Luego de que la cadena francesa de supermercados Carrefour confirmara un plan de ajuste en la Argentina con la presentación de un proceso preventivo de crisis, los empleados de las tres sucursales que la firma posee en Rosario se mantienen en estado de alerta y confiesan que los rumores de posibles despidos son corrientes desde hace unos meses.

“Hace tiempo que hay incertidumbre. Hubo una serie de rumores tras el cambio del presidente de Carrefour Argentina. Desde ahí dicen que tienen pérdidas en los balances, cuestión que no pudimos comprobar. Lo que sí sabemos es que llegaron a las ventas previstas en enero y febrero”, expresó en Sí 98.9, Sebastián Ferro, delegado de la Asociación Empleados de Comercio en la comisión gremial interna de Carrefour en Rosario.

Además, comentó que ya comenzaron a realizarse asambleas con el fin de estar en alerta por si la decisión de la empresa de recurrir a un  esto llega a repercutir en los puestos de trabajo. Por otro lado entiende que esta situación podría leerse como una justificación para precarizar el ámbito laboral de los 475 empleados que posee en Rosairo.

La empresa aseguró, a través de un comunicado de prensa, que "está atravesando una situación económica compleja tras tres años de pérdidas" y que "la apertura de este diálogo, junto al sindicato de Empleados de Comercio y el gobierno, le permitirá plantear un plan para reimpulsar su crecimiento".