Los supermercados de grandes superficies (más de 1.200 m2) deberán asegurar el acceso a agua potable a sus clientes, según lo estableció el Concejo Municipal, este jueves por la tarde.

La iniciativa, presentada por el concejal Aldo Pedro Poy, indica que el líquido debe encontrarse "dentro del espacio donde se encuentren los productos exhibidos para la venta".

Por su parte, el municipio será el encargado de reglamentar la ordenanza, fijando los requisitos mínimos necesarios para su cumplimiento, es decir, determinar las características del servicio.

En su argumentación, la ordenanza considera que los clientes demoran un tiempo considerable dentro de los comercios grandes y es necesario contar con una fuente de hidratación a mano.

"El derecho al agua es un derecho fundamental consagrado en la Carta Internacional de Derechos Humanos, declarado como derecho humano esencial que le corresponde al individuo por el solo hecho de ser persona", expresa el proyecto presentado por el edil del PDP.