La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, ratificó el desembarco de fuerzas federales en los barrios calientes de Rosario y Santa Fe, aunque los detalles no fueron públicos y recién el próximo miércoles se anunciarían, una vez que se defina la logística a desplegar.  

Luego de celebrar la detención de Enrique Cable Solís, acusado de matar a los hermanos Ulises y Jonatan Funes, Bullrich explicó que “es importante mostrar presencia, lo que se llama saturación para que haya disminución de los intentos". Se refiere al despliegue de efectivos en los barrios Municipal y Tablada en principio.

“No estamos militarizando, trabajamos en un comando conjunto unificado, donde se decide que es necesario tener más fuerzas porque hay una situación circunstancial”, definió Bullrich. La cantidad de efectivos, las zonas en que se moverán, cómo trabajarán, y demás detalles logísticos se están trabajando junto al ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaro, y recién la semana que viene habría información junto al despliegue.

Por otra parte, este nuevo desembarco en la ciudad generó contrapuntos dentro del socialismo. Desde la Provincia prefirieron negar en un principio el arribo de los federales, aunque la intendenta de Rosario, Mónica Fein, reveló que desde Nación estaba tomada la decisión.

Pero las críticas más fuertes llegaron por parte del diputado Antonio Bonfatti que se opuso a la medida. La ministra Bullrich lo cruzó este martes: Creo que Bonfatti está discutiendo una interna de su partido. Yo le pediría a Bonfatti, que fue gobernador y tuvo la crisis más importante de seguridad de la historia de Santa Fe, que reconozca que estamos mejor. Quizás él no lo pudo hacer y le molesta que otros lo hagamos".