Desde la Unión Rosarina de Inquilinos encendieron alarmas acerca de la difícil situación por la que atraviesan los estudiantes universitarios que vienen desde otras localidades y se enfrentan a la necesidad de alquilar una vivienda. Entonces descubren las dificultades y los altos costos que implica esa operación. La redefinición de las condiciones de vivienda, la selección de barrios más alejados de las casas de estudios pero de menos costo de alquiler e incluso el regreso a sus ciudades de origen empieza a ser una constante que preocupa a los que alquilan. 

En diálogo con Rosarioplus.com Dorian Fernández, miembro de la ONG Unión Rosarina de Inquilinos, planteó la situación. "Son 80 mil estudiantes los que tiene la Universidad Nacional de Rosario (UNR) de los cuales 40 mil provienen de otras ciudades. De estos, según los relevamientos que realizamos, hay un amplio espectro que tuvo que redefinir las condiciones de vivienda", aseguró.

Los números estarán más claros en marzo, cuando la UNR brinde los datos oficiales sobre la cantidad de alumnos inscriptos para el ciclo lectivo de 2019 y se pueda ver si hubo o no una baja, incluso en el ingreso respecto de años anteriores. No obstante, desde la ONG ya avizoran un panorama desalentador. 

Es que para iniciar un contrato de alquiler hoy se estima que el locatario debe disponer, por canon, depósito, gastos y comisiones, alrededor de 20.000 pesos para un departamento módico del segmento estudiantil. Y si a eso se le suma gastos de mudanza, y si le piden mes de depósito, entonces la suma inicial puede superar los 30.000 pesos como mínimo.

"Cuando hablamos de redefinir condiciones de vivienda nos referimos a que un importante número de estudiantes seleccionó departamentos más alejados de sus casas de estudio por mejor precio de alquiler, otros definieron compartir departamento entre varios y algunos se mudaron a pensiones ante la imposibilidad de sostener una vivienda", expuso Fernández. "Son circunstancias –agregó– que miramos con alerta ya que un estudiante requiere de condiciones mínimas para poder llevar adelante sus estudios y compartir el espacio con varios compañeros puede ir en detrimento de su actividad". 

Finalmente aseguró que "desde la Unión Rosarina de Inquilinos se plantea esta situación en pos de buscar mecanismos que permitan a los estudiantes continuar con sus carreras, más allá del escenario de crisis que se vive, y de algún modo visibilizar una realidad que año a año se profundiza".