Un informe difundido en estos días por la Universidad de Georgia estableció que hay en el planeta 6300 millones de toneladas de basura plástica, la que tarda entre 100 y 1000 años en descomponerse. Y calculó que para 2050 esa cantidad de desechos se multiplicará hasta llegar a 34000 millones de toneladas. Es el problema mayor de la civilización humana que en las últimas décadas -al menos desde 1950- ha puesto al plástico como principal material de sus objetos de consumo. Y, como dice la canción, todo eso va a parar al mar.

En ese informe se difunde un ranking de países más contaminantes. China lidera esa lista, con una producción de 8,8 millones de toneladas métricas, según las conclusiones del estudio dirigido por la científica Jenna Jambeck. Por detrás de China se sitúan Indonesia (3,2 millones de toneladas métricas), Filipinas (1,9 millones), Vietnam (1,8), Sri Lanka (1,6), Egipto (1), Tailandia (1), Malasia (0,9), Nigeria (0,9), Bangladesh (0,8), Brasil (0,5) y Estados Unidos (0,3).

La prevalencia de China en esta lista tiene correlato con otras mediciones donde también aparece como la nación que produce la mayor polución ambiental del planeta, donde el 70 por ciento de sus grandes ciudades tiene una calidad de aire insalubre y donde la mayoría de sus empresas violan las normas medioambientales.

Esta contaminación impacta con crudeza en los mares continentales, donde los desperdicios plásticos llegan hasta conformar verdaderas islas flotantes. Bolsas de polietileno, cubiertos, vasos y botellas descartables, pañales, hisopos y un sinfín de productos desechados atentan contra el ecosistema marino y, al fin de cuentas, llegan a la dieta del ser humano como microplásticos ingeridos a través de los pescados y mariscos.

En nuestros océanos se vierte cada segundo más de 200 kilos de plástico, lo que suma un total de más de 8 millones de toneladas al año.

En Europa, por ejemplo, la European Plastics Recycling and Recovery Organization (EPRO) impulsa una campaña civil de reciclaje del plástico. Así han conseguido que el año pasado en Alemania se hayan reciclado un promedio de 12,8 kilos por habitante en el año, y también en España (11,2 kgs), Italia (8,7), Bélgcia (7,4), Noruega (5,3), Suecia (4,6) y Francia (3,8).