La Policía Federal brasileña allanó el domicilio particular del ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y lo llevó bajo custodia a prestar declaración, en el marco de la investigación por corrupción en la petrolera estatal Petrobras.

La operación, que abarcó unos 200 agentes y fue ordenada por el juez federal Sergio Moro,  irrumpió también en la casa de uno de sus hijos, la sede del Instituto Lula, otras residencias cuya propiedad se atribuye a la familia y oficinas de la constructora Odebrecht.

La presión judicial sobre el expresidente no para de crecer en los últimos meses pero esta mañana llegó el punto álgido cuando se decidió llevar a declarar de manera coercitiva a Lula, quien comenzó a ser investigado cuando la fiscalía descubrió que dos constructoras habrían pagado por un departamento que el dirigente del Partido Trabajador tendría y la remodelación de una chacra.

 El "petrolão" se trata de un esquema de sobornos que un número de constructoras de peso pagaban a directivos de Petrobras a cambio de contratos con la petrolera estatal, apropiándose  ilegalmente de unos 2.000 millones de dólares de las arcas del Estado.

EFE/TÉLAM