El talle único no es el único talle pero es el que trabaja la mayoría de los comercios de la industria textil. Los cuerpos disidentes no tienen cabida en la moda, y menos aún para las mujeres. 

A pesar de los mensajes “bodypositive” que inundan las redes sociales, el amor propio muchas veces se presenta como una salida individual a un problema colectivo. Resulta muy difícil amarse a uno mismo cuando niñas, adolescentes, jóvenes, adultas y ancianas de todos los sectores sociales de nuestro país no encuentran ropa de su tamaño. 

En Argentina, siete de cada diez mujeres se enfrentan a problemas para conseguir ropa. Así lo indica la última encuesta realizada por la organización Anybody que alcanzó a 8.565 personas.  Cada vez resulta más necesaria e impostergable una ley de talles acorde a los estándares de cuerpo de las argentinas.

Las comisiones de Defensa del Consumidor, Industria, Comercio y Legislación General de la Cámara de Diputados avanzaron este miércoles en el dictamen del proyecto de ley de talles. El mismo sería tratado en la próxima sesión de la cámara baja del 20 de noviembre.

Parte del problema es que muchas marcas engañan con la palabra “curvy” y encontrar stock más allá del 44 resulta una odisea. La legislación cambia según la región y Argentina cuenta hoy con 14 leyes de talles en todo el país entre regionales y provinciales. La ley nacional plantea la necesidad de tener un sistema único de talles en todo el territorio y que este esté basado en las medidas de los cuerpos argentinos y no de los europeos. 

En el debate, el presidente de la comisión de Legislación General, Daniel Lipovetzky (Juntos por el Cambio), consideró que la iniciativa "es un gran paso adelante" y aseguró que podría tratarse el próximo 20 de noviembre "para convertirse en ley".

A su turno, el presidente de la comisión de Industria, José Ignacio de Mendiguren, dijo que si bien se trata de "un tema conflictivo se ha logrado compatibilizar los diferentes aspectos e incluso cuenta con el aval del sector de la industria que se mostró dispuesto a apoyar los estándares de la ley".

¿Qué propone la ley?

Anybody Argentina es una ONG, parte de Endangered Bodies, que cuenta con siete sedes a lo largo del mundo y luchan contra la epidemia de odio corporal. Realizan campañas mundiales en conjunto y locales. En Argentina la campaña más conocida es el proyecto de la Ley Nacional de Talles. 

El 20 de marzo de este año el proyecto de ley de talles tuvo media sanción en el Senado. La iniciativa, aprobada por unanimidad, plantea la creación de un registro único y estandarizado, accesible para el consumidor y actualizado cada 10 años. 

“Si bien en los últimos años las ventas por redes sociales y las marcas emprendedoras empezaron a apostar a ampliar su tablas de talles y tener como identidad la diversidad, la realidad es que una persona que está dentro del cuerpo esperado o lo más cerca posible de ese cuerpo heteronormado tiene muchísimas más posibilidades de encontrar una prenda”, detalló en diálogo con Rosarioplus.com Samanta Alonso, activista gorda y voluntaria de la ONG.

El proyecto votado constituye el consenso de varias propuestas y tiene como eje principal "la creación de un sistema nacional de talles homogéneo, basado en el estudio antropométrico de la población argentina, en prendas de vestir y calzado. Hoy en día no se sabe cuánto mide un varón y una mujer en promedio en Argentina” resumió Alonso.

El estudio antropométrico requiere de 12 mil a 15 mil muestras provenientes de las cinco regiones representativas del país (NOA, NEA, centro, Cuyo y Patagonia) y se lleva a cabo con un escáner 3D. El proyecto obliga a finalizar ese relevamiento, realizado por Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que se empezó a realizar pero no se concluyó. 

Además, propone la obligatoriedad de que los comercios ofrezcan todos los talles y busca garantizar que todas las personas encuentren ropa de su tamaño. Al mismo tiempo promueve la lucha contra los trastornos alimenticios relacionados a este problema.

Amor propio sí, políticas públicas también

El activismo gordo es la respuesta inmediata a la discriminación y debe ser prioridad en la agenda de género. Al respecto Lucrecia, militante y activista gorda de Rosario, expresó: “El feminismo todavía hay cosas que no se cuestiona. Se habla mucho del amor propio pero sin profundizar en que ese amor propio no es una cosa aislada, no surge de la noche a la mañana y tampoco es la respuesta a todo lo que nos pasa”

Según la encuesta de la organización Anybody de 2018, la mitad de las mujeres que no encuentra ropa termina cuestionando su figura. Otro 11% opta por dietas y un 8% desarrolla desórdenes alimentarios. Sólo el 2% introduce una queja oficial a las empresas. “Siempre es más fácil amarse a une misme cuando vas al centro y conseguís talle, cuando la gente que te gusta sale con vos, entre otras cosas” ampló Lucrecia a Rosarioplus.com.

Samanta Alonso agregó: “Hay una corriente de positivismo corporal o bodypositve que dice que todas las corporalidades son válidas y nos tenemos que querer como somos. Está buenísima la idea utópica de aceptar el cuerpo que tenemos. ¿Cómo construimos ese amor propio en un mundo que es violento con nuestros cuerpos? ¿Cómo construimos nuestro autoestima en el día a día en un mundo que nos es hostil en los espacios públicos, donde las redes sociales y las publicidades representan sólo un tipo de cuerpo?” 

Talles únicos, pequeños o que no se ajustan bien, números que difieren según el local y falta de opciones son las principales quejas de las mujeres. “Es bastante ridículo a veces que el positivismo corporal nos venga a exigir amarnos y aceptarnos cuando vivimos en un mundo hostil” finaliza Samanta. 

El activismo gordo lucha por el empoderamiento de las mujeres y es parte fundamental del activismo feminista y antipatriarcal. Hay cambios sociales innegables que luchan para que finalmente el sistema homogéneo de talles se transforme en ley. Vestirse es un derecho y el Estado debería garantizarlo. El próximo miércoles 20 de noviembre la Cámara de Diputados tendrá la oportunidad de legislarlo.