El gobierno nacional está en los detalles de comunicación y esto significa muchas veces usar eufemismos para que las palabras negativas no impacten en la opinión pública. Uno de los ejemplos más representativos fue el del presidente Mauricio Macri, que haciendo caso a la pragmática duranbarbista, reemplazó la palabra crisis por “tormenta” en conferencia de prensa. Ahora es el jefe de Gabinete quien mantiene las metáforas como línea de comunicación.

“Vendrán meses más fríos y tormentosos con respecto al crecimiento económico", dijo Marcos Peña, reflotando esta táctica semántica. También se han utilizado otras palabras como freno, turbulencias, resfrío, pero de ningún modo “crisis”, palabra que rememora instantáneamente al diciembre negro de 2001. Significado sobre significante, dirá la teoría lingüística de la que se nutre el aparato comunicacional macrista.

En esta oportunidad el Ejecutivo eligió las condiciones climáticas para conceptualizar una situación complicada pero pasajera. Una tormenta encaja en esta idea porque siempre que llovió paró.

Marcos Peña afirmó en declaraciones a la televisión que la directora del FMI "Christine Lagarde respalda fuerte el liderazgo del presidente Macri". Y en ese marco metió la palabra meteorológica: “Van a ser meses más fríos y tormentosos con respecto al crecimiento".