La intempestiva suba de las tasas de referencia al 40% que debió realizar el Banco Central de la República Argentina la semana pasada para intentar contener la cotización de dólar fue un bombazo para las expectativas de las pequeñas y medianas empresas. A tal punto que desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), una entidad benévola con el gobierno de Cambiemos, pidieron al presidente Mauricio Macri una tasa diferencial y acceso a líneas de crédito.

Para la Came, la estrategia del Gobierno para intentar contener la suba del dólar “complicó el panorama para las empresas, porque subieron las tasas y se bajaron las expectativas para el año”. Desde la entidad indicaron que el nuevo escenario “significa mayores costos financieros, un mercado de consumo que podría verse afectado por el menor poder adquisitivo de las familias”.

“Inevitablemente, las firmas deberán resignar algo de rentabilidad y eso es un problema, porque las Pymes ya venían con su ecuación económico-financiera muy comprometida”, alertaron desde Came. Para la Cámara, “es importante” que los pequeños y medianos empresarios “sigan adelante con sus proyectos de inversión ya que en estos momentos hay que trabajar en mejorar la productividad, y eso se logra invirtiendo”. Pero, reconocieron que “lógicamente el incremento de las tasas de referencia impiden estos planes porque se dificulta el acceso a crédito y, por ende, contribuye a desalentar la actividad”.
 
En ese sentido, desde la Came, una entidad que se viene mostrando cercana a las políticas económicas del Gobierno nacional, le pidieron al presidente Macri que “fije tasas especiales para las Mipymes” y que “se reinstauren las Líneas de Crédito para la Inversión Productiva (LCIP) que eran del 17% hasta fines del 2017, teniendo en cuenta que las Pymes hoy no encuentran alternativas en el mercado financiero”.

“Si se tiene en cuenta que las Pymes movilizan el 70% del empleo, las herramientas para mantener la subsistencia de las mismas resultan indispensables. Sin embargo, Argentina es un país con mínimo acceso al crédito para las Pymes, donde es más fácil obtener un préstamo para consumo a nivel personal o familiar”, apuntaron desde Came. 

Los pequeños y medianos empresarios señalaron que “el promedio de financiación para pequeñas y medianas empresas, medidos en función del PBI, es de tan sólo el 12%, siendo de los más bajos de la región y del mundo”. En ese sentido, ejemplificaron con que en Perú ese promedio “está arriba del 30%, Colombia más del 50% y Brasil y Chile casi el 90%”.