Entre los muchos diálogos de verano entre padres de niños pequeños, uno sobresale por estos días con mayor insistencia que los demás. No se trata de pañales, mamaderas, niñeras o colonias de vacaciones. Se trata de sillitas para autos: ¿hay que correr a comprarla?

Esa es la pregunta que muchos se hacen desde fines del año pasado, cuando el Concejo aprobó el proyecto del edil radical Sebastián Chale donde se establecía una multa para los conductores que trasladen a chicos menores de diez años, o cuya altura sea inferior a 1.50, en el asiento delantero del vehículo o en el trasero sin la sillita de seguridad. 

Muchos padres rosarinos, para ganarle a la inflación, salieron a comprar la solicitada butaca para niños. Y así evitar multas, porque lo que más claro quedaba en la comunicación de la flamante ordenanza era que había que tenerla o pagar las consecuencias (pagar en pesos). En realidad, muchos ya tenían la sillita pero para bebés o chicos menores de 4 años. Pero la gran mayoría se preguntaba qué pasaba cuando superaban esa edad. Los adaptadores que vienen para chicos más grandes no eran requeridos a nivel local, aunque sí muy utilizados en viajes largos. 

Lo concreto es que la normativa fue promulgada por la intendenta Mónica Fein, pero todavía no se ha reglamentado. Esto es que todavía no se conoce la letra chica. Y hay mucho gris por donde moverse, así que habrá que esperar para saber cómo conviene actuar. Son muchas las dudas: ¿cómo deben actuar los taxistas, por ejemplo? ¿Qué hacer en casos en los que los chicos se trasladan en autos que no son propiedad de los padres, algún paseo ocasional? Y la lista continúa.

Desde la Dirección General de Tránsito anticiparon a Rosarioplus.com que una vez que la norma sea reglamentada por el poder ejecutivo, se realizará una campaña de concientización para que los ciudadanos comprendan la nueva ordenanza. Vale decir, no será de un día para el otro.

Los ansiosos, deberán esperar algunos meses para saber cómo acomodarse a la nueva normativa. Los desinformados tendrán un buen tiempo para ponerse al día sobre la utilización de la popular sillita de seguridad para niños.

De todos modos, Nano, responsable de La Pañalera, señaló que en las útimas semanas recibieron muchas más consultas de las habituales. Y confirma un hecho: subieron las ventas. No es nada barato. Una butaca para bebés oscila entre 2 mil y 3 mil pesos. En tanto que un elevador, que es para chicos menores a diez años, ronda entre 400 y 500 pesos. Caro, admite, pero no subieron los precios, sostiene. 

Evalúa que tiene algo que ver la nueva normativa aún no en práctica y confía que además muchos aprovecharon la inversión para sus viajes por vacaciones.