Diego Giuliano perdió la cuenta de cuántos relatos en primera persona escuchó desde que está al frente de la comisión de Seguridad del Concejo. Lo que sí tiene en claro es que los testimonios aumentaron con el correr de los años. Y que los vecinos tienen un miedo que antes no tenían. "Nos pasa que viene la gente y mientras espera se arrepiente y se va. Nos manda un mensaje admitiendo que tuvieron miedo, que no quieren hablar", cuenta para graficar este nuevo cuadro de situación que se vive en el Palacio Vasallo.

Al edil (PJ-Rosario Federal) no le sorprende que en la Fiscalía Regional 2 se abran 350 legajos por día, tal como se desprende del último informe de gestión presentado por el Ministerio Público de la Acusación. "Denota que estamos conviviendo hora a hora con el delito", dice. El aumento de la violencia lo percibe cada lunes al escuchar las denuncias de quienes han sido víctimas de algún hecho de inseguridad.

Su asombro pasa por el "aumento del miedo". Según relata, antes los vecinos "hablaban sin problemas" y daban notas a la prensa una vez que finalizaban las reuniones. Ahora se acercan con la cabeza gacha y piden "reserva de identidad" antes de contar sus padecimientos. "Piden salir de espalda y no hablar ante ningún micrófono. Esto es nuevo, no deja de sorprendernos. Hay mucho miedo a la represalia. La sensación es que nadie, ningún funcionario, puede garantizarles seguridad. Es muy grave", asegura. 

Por situaciones de este tipo, Giuliano admite que escuchar todos los lunes el calvario de los vecinos es la tarea "más dura" que le tocó enfrentar desde que asumió su banca. "Hay testimonios que son muy crudos, que nos impactan. El dolor está a flor de piel. Nos fortalece el rol que ha tenido la comisión en estos años. Somos el primer mostrador político en la problemática de seguridad. Muchas veces no obtenemos respuesta del poder Ejecutivo, pero le damos la posibilidad a los vecinos que sus casos no sean anónimos, que sean con nombre y apellido", afirma con orgullo.  

Giuliano celebra que el oficialismo haya avalado la emergencia en seguridad (se sancionó el primero de septiembre), pero es escéptico en cuanto a lograr una disminución del delito. Habla de "un problema de fondo": la policía de Santa Fe. Explica que no se trata de "comprar más patrulleros, de poner más tecnología o de sumar más policía". A su juicio, el problema es de "confianza". 

"La emergencia significó una inversión de 100 millones de pesos por parte del municipio en Seguridad, lo que saludamos. Ahora si hay miedo de hablar ante el Concejo y si la gente desconfía de la propia policía, la problemática requiere otra atención", subraya. 

No obstante, le pide al municipio cumplir con el "paquete de medidas" que el Concejo aprobó para darle cuerpo a la emergencia en seguridad. Aún falta inaugurar la Dirección de Asistencia y Empoderamiento de las Víctimas, una oficina que se encargará de generar mecanismos y espacios para la contención de aquellos que fueran víctimas directas e indirectas de la violencia urbana.

La iniciativa fue presentada por  los concejales de Ciudad Futura (Juan Monteverde, Pedro Salinas y Caren Tepp) y las concejalas María Eugenia Schmuck y Carola Nin, que lograron consensuar un único proyecto. "Ya tenemos una demora de 80 días. El Concejo habilitó cinco millones de pesos para poner esta oficina en funcionamiento. Todavía no se ha hecho nada. No entendemos como no se lanza al menos un anticipo", critica el concejal.