La reforma fiscal argentina que proyecta el gobierno de Mauricio Macri propone subir alícuotas en los gravámenes de algunos productos como las gaseosas que contienen azúcar adicionada y cervezas. Desde la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas Sin Alcohol (Cadibsa) salieron a plantarse y auguraron un feo panorama laboral en caso de aplicarse dicho gravamen: estiman que se eliminarán 5.000 empleos en la cadena de valor relacionada con el sector.

Cadibsa resaltó que no tiene sentido la propuesta de eliminar el impuesto interno al vino e incrementar el mismo solo a las bebidas sin alcohol azucaradas, causante, a su juicio, de esa pérdida de empleos. Las gaseosas y demás bebidas sin alcohol, que al momento pagan entre un 4% y 8% de impuestos internos, sufrirán dos modificaciones: las que no contengan azúcar añadido quedarán exentas y las que sí, aumentarán a 17%.

Por ello subrayó que se trata de una medida "claramente discriminatoria" contra las economías regionales de 12 provincias productoras de insumos como azúcar y jugos de frutas. Ante esta situación, reclamó al gobierno la misma consideración con el resto de las economías regionales que forman parte de la cadena de valor del sector de bebidas sin alcohol.

La respuesta también tuvo su costado de advertencia: si el gravamen se aplica, podrían llegar a sufrir la pérdida de 5.000 empleos de la industria. La industria de bebidas sin alcohol genera en Argentina más de 26.000 empleos directos y representa el 0,5 % del Producto Interior Bruto (PIB) del país. Sus ventas superan los 100.000 millones de pesos al año.