El sector industrial, representado aquí por la Federación Industria de Santa Fe (Fisfe), experimenta una desaceleración en la caída que registra desde hace 20 meses consecutivos. Un informe del Instituto de Investigaciones Económicas de la entidad fabril, la actividad industrial en la provincia presentó en enero pasado un disminución del 1,1% interanual. Aunque se trató del vigésimo mes consecutivo en caída, el descenso fue menor en relación a otros períodos.

En ese contexto, el 55% de las ramas industriales con desarrollo en Santa Fe registró en el primer mes del año un menor nivel de actividad frente al mismo mes del 2019.

Entre los sectores de mayor contribución al producto industrial santafesino, se hallaron los siguientes resultados interanuales: carrocerías y remolques (-24,7%), productos de metal y servicios de trabajo (-22,3%), industria siderúrgica (-20,6%), productos metálicos para uso estructural (-18,1%), prendas de vestir (-14%), muebles y colchones (-10,4%), molienda de oleaginosas (-8,3%), maquinaria de uso general (-7,3%), fiambres y embutidos (-7,1%), edición e impresión (-6,8%), otra maquinaria de uso especial (-6,1%), autopartes (-3,8%), papel y productos de papel (-3,7%), productos lácteos (-0,3%), manufacturas de plástico (+1,2%), molienda de cereales (+6,8%), y vehículos automotores (+31,7%).

Por otro lado, el informe destaca que en el orden nacional fue el primer mes “sin destrucción neta de empleo de los últimos dos años” al no haberse registrado variación en su nivel de ocupación.

El total de asalariados registrados en el sector privado en Santa Fe retrocedió a partir de septiembre 2018 y hasta la actualidad. Desde inicios de la etapa recesiva el total de asalariados declarados se redujo en -17,8 mil.

En diciembre de 2019, último dato oficial publicado, se verificó, por décimo sexto mes consecutivo, una nueva caída interanual, en este caso de -2,5%, equivalente a una pérdida de -12,6 mil trabajadores asalariados.

En los últimos cinco meses de 2019 la destrucción de empleo se intensificó, retrotrayendo el actual nivel de empleo (492 mil asalariados) a los registros alcanzados entre los años 2011 y 2012. La presente fase contractiva en materia de empleo es la más duradera y profunda desde la crisis de 2001.