La corte suprema de Brasil rechazó el hábeas corpus interpuesto por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien de este modo podrá ir a la cárcel tras ser condenado en dos instancias a 12 años y un mes de prisión por corrupción. Incluso cuando puede seguir apelando la pena.

En una maratónica sesión, el Supremo Tribunal Federal (STF) alcanzó la resolución a merced del voto de su presidenta, Cármen Lúcia Antunes, después de que la votación de los 10 restantes jueces terminara empatada con cinco opiniones favorables a admitir el recurso y cinco proclives a rechazarlo.

La última de esas pausas, sobre el filo de la medianoche, fue para determinar si correspondía que, ante el empate 5-5, desequilibrara Antunes, quien sometió la cuestión al voto de los magistrados.

El voto clave fue el de la ministra Rosa Weber, de quien se esperaba que se inclinara por admitir el recurso y, sin embargo, dio el golpe de gracia a las aspiraciones de Lula con un argumento contradictorio.

Lo que estaba en juego es si en Brasil un condenado en dos instancias -como Lula- puede ser detenido, como lo resolvió la corte en 2016, o debe esperar a que el fallo esté definitivamente firme luego de todas las instancias, como marca la Constitución.

Lula tiene una orden de ejecución de su pena de 12 años y un mes de cárcel por parte de la cámara de apelaciones de Porto Alegre, que ratificó un fallo condenatorio del juez Moro contra Lula, supuestamente por recibir un departamento como soborno por parte de la constructora OAS en el balneario de Guarujá.