La Casa Uruguaya en Rosario corre el riesgo de perder su sede, aquella que inauguró hace apenas tres años, en diciembre de 2013, en un acto al que asistieron el entonces gobernador Antonio Bonfatti, el embajador de Uruguay en Argentina, Guillermo Pomi Barriola, el cónsul general del Uruguay, Federico Xiviller Vila, y la intendenta Mónica Fein. La Asociación Civil se encuentra atravesando una demanda judicial que puede concluir con el remate del inmueble de la esquina de Santa Fe y Gutenberg tras la solicitud de remate oficializada ante el Juzgado Civil y Comercial Nº 17 de la ciudad.

Enterados de esto, desde el Concejo manifestaron su “más profunda preocupación” por la acción judicial que podría llevar a la Casa Uruguaya a perder, justamente, su casa. “Debido al valor cultural, social, bilateral y estratégico de esta asociación civil es preciso sostener y defender la continuidad de la misma”, señalaron los ediles.

Es que el posible remate de la sede de la Asociación condiciona la continuidad de las actividades y el futuro de esta institución.  En sus mejores años, la Casa Uruguaya se erigió en un sitio de referencia para la realización de actividades culturales, sobre todo las vinculadas con la difusión de las costumbres y tradiciones del país vecino en Rosario. Además, en su sede se realizan talleres formativos, clases abiertas a la comunidad y ensayos de murgas que se referencian en el estilo uruguayo “sin percibir aporte alguno y ejerciendo un rol social relevante en la actividad del barrio y de todos los ciudadanos de la ciudad de Rosario y la región movilizados por la historia, la cultura, las tradiciones y la idiosincrasia uruguaya”, expresaron desde el Concejo.

Pero también la Casa Uruguaya presta sus instalaciones sin cargo alguno a delegaciones de aquel país que vienen a Rosario y a la provincia de Santa Fe a realizar intercambios culturales y variadas actividades en la provincia.