Mientras Prefectura Naval continúa la búsqueda de las cuatro personas desaparecidas en el naufragio de una canoa este domingo en el río Paraná, una autoridad de esa fuerza y la fiscal a cargo de la causa comentaron detalles del caso que abonaron la tragedia: la embarcación no estaba registrada, y el conductor tampoco tenía habilitación náutica para realizar esas travesías, y menos con ocho personas a bordo más la carga.

El prefecto mayor Fernando Santucci admitió este lunes que los buzos tácticos de Prefectura ya rastrean en el fondo del río, puesto que la esperanza de rescatar a los cuatro hombres con vida se desvanecen con el paso de las horas.

"Siempre tenemos esperanzas de encontrar con vida  a las personas, pero dadas las características del lugar... el hecho ocurrió durante el día, se hizo búsqueda visual inmediata y el testimonio de sobrevivientes que vieron desaparecer a sus compañeros de la superficie, tenemos que decir que los estamos buscando en el fondo del río", dijo.

"La embarcación (hundida) es una canoa artesanal con motor fuera de borda. No estaba registrada y quien supuestamente la conducía no poseía habilitación, y es uno de los desaparecidos", precisó la autoridad fluvial. El conductor de la canoa tenía 38 años.

Siete jóvenes de entre 29 y 33 años, oriundos de la localidad de Álvarez, habían acudido el sábado a la isla en plan de celebrar un cumpleaños durante el fin de semana. Para ello, rentaron el servicio de un poblador costero de Pueblo Esther que los cruzó en su canoa con motor fuera de borda. Cuando el domingo regresaban, el viento que se acrecentó hacia las dos de la tarde levantó un oleaje que acabó por inundar la embarcación y mandarla a pique en el canal secundario de navegación del río, en el kilómetro 403, altura de Pueblo Esther.

Tres jóvenes sobrevivieron porque lograron mantenerse a flote aferrados a elementos que quedaron boyando. Así vieron cómo uno de sus amigos -Damián V.- emergió ya sin vida, y como otros dos y el conductor de la canoa desaparecieron de la superficie.

"Los sobrevivientes declararon que se estaban hundiendo, que vieron a una persona fallecida flotando y como los otros se fueron hundiendo. Lo primero que se hizo fue una búsqueda visual con embarcaciones y patrullaje terrestre en zona elevada; pasado el tiempo al no haber más sobrevivientes empezamos con los buzos y rastrillajes en forma paralela", contó Santucci. 

En ese lugar, el río está dragado, tiene 10 metros de profundidad actual y una correntada de 4 a 5 kilómetros horarios. "No es una zona fácil para la búsqueda", dijo el prefecto.

La fiscal Mariana Prunotto señaló que los tres sobrevivientes recibieron el alta médica, sólo impactados por shock emocional sufrido ante semejante situación.

En tanto, el presidente comunal de Álvarez, Joel De Genaro, confirmó que "los chicos estaban cumpliendo años, estuvieron el sábado, pasaron la noche en la isla y al cruzar ocurrió esta tragedia. Son chicos jóvenes, mucho por delante y la vida nos topa con esta tragedia. Estamos acompañando a las familias, trabajando con Prefectura. No perdemos la esperanza, pero es muy doloroso", dijo.