La economía social y solidaria surgió en el último tiempo como una solución a las crisis económicas cíclicas que padecen las sociedades. Es una tendencia basada en la autogestión, la inclusión laboral, el cooperativismo y otras formas de asociatividad que conforman un desarrollo de economías regionales.  En Rosario, desde 2015 cada vez son más las familias que encuentran en este modo de producción un sustento.

Muestra de ese crecimiento está dado en que hace un año atrás eran 1500 las familias autogestionadas en diversas producciones, o en capacitaciones para hacerlo, y a fines de 2017 esa cantidad aumentó un 150%, con 3700 familias involucradas.

El secretario de Economía Social municipal, Nicolás Gianelloni, precisó a Rosarioplus.com que este aumento de la demanda de cursos, créditos y producciones se debe “por un lado a que se aumentaron los cupos para mayor participación, y se sumaron los cursos de verano, que en 2018 continuarán también, así como también la difícil realidad social que los impulsó a emprender para solventar los ingresos principales, que son un 60% de ese total”.

Los distritos más vulnerables de Rosario, los de mayor desigualdad, fueron también los de mayor participación, y justamente muchos vecinos se sumaron a partir de que se acercaron a algún centro de salud o Centro de Convivencia Barrial.

“Trabajamos con promotores en cada distrito, que asisten tanto a los que ya tienen un emprendimiento y buscan planes de negocios o créditos, como los que quieren comenzar, y los inscriben a los cursos de ABC o de capacitación en oficios”, explicó el funcionario.

Dentro de la Secretaría, creció también la dirección de cooperativas, con más de 2 mil familias participando durante este año. “Es un proceso difícil pero la economía social es una buena alternativa cuando el empleo formal o de dependencia no están al alcance, y se organizan según sus habilidades”, analizó Gianelloni.

En el marco de la alta demanda de familias, este año la Secretaría de Economía Social lanzó micro y meso créditos junto al Área de Economía Social del Ministerio de Producción provincial, llamados “Crear comunidad emprendedora”.

Las ferias y las huertas, dos aspectos de una cadena solidaria

Cada vez más rosarinos optan por comprar productos de productores locales y huerteros urbanos en las diversas ferias municipales. Todos ellos son productos reciclados, verduras agroecológicas y alimentos saludables, que con la guía del municipio, producen estas familias y cooperativas.

En todo el año se realizaron más de 700 ferias, superando las 600 del año anterior, “además de las itinerantes y el nuevo Mercado del Patio, donde Economía Social tiene su propio stand”, recordó el secretario. Allí participan los productores aprobados por el Instituto del Alimento, y algunos de ellos incluso ya tienen sus propios locales en el Mercado o en otros centros comerciales a cielo abierto.

Los huerteros en terrenos municipales son algunos de estos grupos emprendedores sociales y familiares: “Son alrededor de 50 productores en cinco huertas, algunos producen y otros se capacitan solamente, y los productos luego se venden en ferias y verdulerías. Además están los que llamamos “huerta jardín”, de organizaciones comunitarias a las que capacitamos”.