Unos 100.000 civiles iraquíes están atrapados en el casco antiguo de Mosul, en el oeste de la ciudad, y son utilizados por los milicianos yihadistas del Estado Islámico (EI) como escudos humanos, denunció el organismo de la ONU para los refugiados (Acnur).

Según explicó en rueda de prensa el delegado del Acnur en Irak, Bruno Geddo, esta cifra es "una estimación" hecha por el gobierno y las agencias humanitarias, porque "poco se sabe" de estas personas, más allá de que viven "en una insostenible situación de pánico y de miseria".

"No sabemos del todo cómo están, precisamente porque están atrapados y no podemos contactarlos", explicó sobre la situación de los civiles en la norteña ciudad iraquí atravesada por el río Tigris. "Lo que sabemos es a través de los pocos testimonios con los que contamos. Por ejemplo, yo logré hablar con una familia que huyó flotando corriente abajo del río y me contó que sobrevivieron durante semanas comiendo harina mezclada con agua porque no tienen combustible para cocinar", agregó.

Agregó que otro hombre que también escapó explicó que bebió agua de un desagüe durante dos semanas porque no había ninguna potable disponible. "Imaginen familias enteras atrapadas en su casa, con milicianos en la terraza disparando y atrayendo la respuesta del Ejército", dijo el funcionario.

Geddo confirmó que los yihadistas siguen disparando a todo aquel que quiere escapar, es por ello que los civiles sólo huyen cuando las Fuerzas Armadas están cerca y pueden cubrir su salida de los francotiradores del EI.