La cascada del arroyo Saladillo avanza con cada inundación y las obras para detener su marcha se volvieron fundamentales. Este miércoles, en la sede de Rosario del Ministerio de Infraestructura y Transporte, el secretario de Recursos Hídricos, Juan Carlos Bertoni, encabezó una reunión técnica en la que se brindaron detalles de la obra de emergencia a realizar para la estabilización de la pequeña catarata.

Las tareas consisten en la colocación de "geotubos altamente resistentes y ultraestabilizados contra la radiación" que protegerán los puentes de cruce. Los mismos estarán cargados con arena, tendrán un peso aproximado de 10 toneladas y se colocarán desde los márgenes del arroyo. 

“Esta obra que vamos a realizar es de carácter de emergencia. La misma va a actuar para cortar el avance de la cascada con el fin de proteger los puentes de cruce y las márgenes de la zona inmediata a la cascada”, comentó Bertoni luego del encuentro.

El secretario remarcó que “estos trabajos permitirán elaborar un proyecto definitivo para la desembocadura del arroyo Saladillo que llevará tranquilidad a la población y nos dejará trabajar adecuadamente con los tiempos”.

El contrato para las tareas se firmará en los próximos días con la empresa Edeca S.A. por un monto cercano a los 50 millones de pesos y un plazo de obra de 60 días.

También participaron de la reunión la subsecretaria de Coordinación del ministerio de Infraestructura y Transporte, Claudia Forestieri; los directores de Obras y Proyectos, Guillermo Luzzi y Pablo Belitieri; el secretario de Obras Públicas de Villa Gobernador Gálvez, Fabián Nallino, y representantes de la municipalidad de Rosario y de las empresas constructoras.

A principios de año, el puente de la calle Ayacucho, que une Rosario con Villa Gobernador Gálvez, debió ser bloqueado, de forma preventiva, para impedir tránsito pesado sobre la estructura, que está en riesgo debido a la caudalosa crecida del arroyo Saladillo.

Además, en aquella ocasión, la situación crítica generada por el avance de la cascada, volvió a poner en debate la demorada obra que controlaría el desplazamiento del salto de agua, cuya ejecución fue frenada por la Justicia, a instancias de un pedido de los vecinos, en el año 2013.