La Cámara de Diputados de Santa Fe produjo un gesto político de peso al decidir que las cerealeras y entidades financieras también aporten en el intento de surfear la crisis. Con la certeza de que la quita de subsidios desarticulará el sistema de transporte en el interior del país, la Legislatura apeló a un paquete de cambios tributarios que permitirá duplicar las partidas provinciales a partir de gravámenes a los dos sectores de mayor rentabilidad durante la crisis.

Si es que el Senado acompaña, a partir de ahora unas 18 agroexportadoras con puertos situados en el Gran Rosario pagarán 1% de su facturación de impuesto a los ingresos brutos, tres veces más que el actual 0,25%. También se les aumentará en un 300% el Impuesto Inmobiliario, al igual que a los bancos. Por último, el Ejecutivo destinará el 10% -el doble de lo actual- de la recaudación del Impuesto a los Sellos al fondo compensador del sistema.

Según el diputado justicialista Luis Rubeo, las medidas tributarias amortiguarán en un porcentaje alto la poda de recursos, pero no la totalidad. “Se iban a recibir unos 2.300 millones de pesos de subsidios nacionales. Con esta medida, el fondo compensador provincial orillará los 900 millones, cuando hoy se aportan unos 450”, sostuvo.

La decisión de avanzar sobre dos sectores que la crisis le pasa por el costado no es una medida más sino que vislumbra cierto contenido político. “Hicimos dos cosas: modificar lo tributario pero también tomar una medida política buscando en nichos de la economía que tuvieron ganancias, los únicos quizás. Es muy importante desde lo político y es una contracara a lo que propone el macrismo”, dijo Rubeo.

Vale aclarar que la medida logró amplio apoyo con el voto a favor del Frente Progresista –todo el socialismo excepto parte del radicalismo que se abstuvo- y los bloques justicialistas. Los diputados del bloque Cambiemos votaron en contra de aumentarle los impuestos a las cerealeras.