La Sala 3° de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de Rosario, con la firma de los jueces Marcelo Molina, Jessica Cinalli y Mario Chaumet, estableció que la cuota alimentaria que deben proporcionar los padres a sus hijos cesa de pleno derecho al cumplir éstos los 21 años de edad.

El fallo establece que para que un hijo mayor de 21 y menor de 25 continúe percibiendo la asistencia económica de sus padres debe demostrar que prosigue sus estudios o está en situación de "preparación profesional". Es decir, que esos estudios o formación de oficio hubiera comenzado antes de cumplir los 21. Por lo tanto, el criterio judicial es asegurar que el joven beneficiario no puede proveerse por sí mismo el sustento de manera independiente por encontrarse abocado al estudio o a la capacitación profesional.

Del fallo también se deduce que si la cuota alimentaria hubiese sido fijada para un solo hijo, cesa a los veintiún años sin necesidad de ninguna declaración judicial, excepto la orden en su caso al empleador para que cese también la retención. Si fuera para varios hijos sí se deberá iniciar una reducción de cuota alimentaria para establecer cuánto le corresponde a los hijos menores de veintiún años.