Una interna inesperada e inédita se generó en el corazón de la cúspide del poder judicial. El ex titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti y el actual presidente, Carlos Rosenkrantz, mantienen una disputa respecto del manejo de la página web de la Corte, el Centro de Información Judicial (CIJ).

Todo comenzó cuando Rosenkrantz mediante una resolución apuntó contra su antecesor por haber dejado “acéfala y sin personal suficiente” la Secretaría de Comunicación. El descargo de Lorenzetti fue mediante una carta en durísimos términos acusando al actual presidente de “mediocridad” y de promover "un clima de tensión y temor" y de "amenazas telefónicas" así como también de generar acciones "que rozan la violencia de género".

Todo esto se enmarca en que hace un mes exacto el mundo judicial se vio agitado por el sorpresivo cambio en la conducción del Máximo Tribunal. Pero el mundo judicial se vio convulsionado tras la resolución de Rosenkrantz.

 La carta

Lorenzetti contestó con una carta remarcando que es su "voluntad cooperar para que el ejercicio de su presidencia sea normal", tras lo cual acusó a Rosenkrantz de haber publicado en la resolución N3018 un texto "con ribetes de escándalo, algo que nunca ha sucedido en los últimos años y propio de épocas que hemos querido superar".

"Lamento muchísimo semejante mediocridad pero, estando en juego el prestigio de la institución, me veo obligado a contestar", sostiene Lorenzetti en la respuesta.

"Hace muy pocos días, usted se apersonó en el despacho de la Secretaria de Comunicaciones efectuando expresiones que contrarían las directivas de la política de Estado en materia comunicacional, proponiendo una suerte de privatización del Centro de Información Judicial (CIJ)", explicó el magistrado.

Lorenzetti interpretó también que "el clima de tensión, de temor, de amenazas telefónicas, de falta de respeto de los derechos del trabajador y de la persona humana, así como de los procedimientos internos de la Corte, fue lo que generó la paralización momentánea".

Según Lorenzetti, "no hay ninguna razón para este tipo de medidas autoritarias, sorpresivas, que no fueron habladas entre los ministros, y que provocan un escándalo que no hace nada bien al tribunal".

"Finalmente, creo firmemente que el cambio de presidencia de la Corte Suprema no puede modificar los principios fundamentales de su funcionamiento y de su jurisprudencia", recalcó.

Lorenzetti terminó su texto resaltando que "ha costado mucho sacrificio cambiar lo que había, sufrimos muchas presiones, pero construimos una estructura de principios y valores que nos sostuvo todos estos años y que defenderé".