El encarecimiento que ostenta por estos tiempos la renovación de los contratos de alquiler, con aumentos que no bajan del 30 por ciento, empujan a los inquilinos a resignar comodidades a cambio de no quedar en la calle. Entre las opciones que surgen se encuentran el retorno al hogar familiar, el traslado a propiedades alejadas del microcentro, el agrupamiento en una sola vivienda o el paso casi nómade por hostels y pensiones.

"Hay gente que no entra en el mercado de alquiler y busca una pensión", reconoció Ariel D'Orazio, referente de la Concejalía Popular, en diálogo con Rosarioplus.com.

Según explicó el integrante de la ONG, los inquilinos rosarinos que rescinden su contrato de alquiler por no poder afrontar los gastos de renovación o no contar con los requisitos para ingresar en el mercado inmobiliario optan por: volver a la casa de sus padres (si no conformaron una nueva familia), correrse a la periferia de la ciudad o bajar la calidad del inmueble (menos ambientes), agruparse en un departamento o buscar una pensión o hostel.

"Una persona que viene alquilando un monoambiente, al no poder afrontar los gastos de renovación, termina optando por una pensión. Normalmente, lo busca de manera temporaria pero muchas veces se transforma en permanente", indicó.

El paso de un departamento a una pensión puede significar un ahorro de dinero importante para los inquilinos, ya que algunas habitaciones tienen un costo de 2 mil pesos por mes, dependiendo de las comodidades.

"Hay habitaciones que te piden 5 mil pesos por mes, con los servicios incluidos y comodidades como baño privado y televisión con cable. Las más baratas son de 2 mil pesos, dependen de las comodidades", comentó D'Orazio y criticó: "Hay pensiones en algunos barrios que alquilaban habitaciones sin ventilación. Muchos albergues funcionan en total clandestinidad y muchas veces cuesta generar controles sobre estas pensiones, sobre todo en los barrios".

Del departamento a la pensión y de la pensión...

"Se ha acrecentado, en los dos últimos años, la cantidad de rosarinos que buscan la residencia por no poder pagar un alquiler", aseguró Pablo, titular de la residencia "Cama y Café".

En diálogo con Rosarioplus.com, el encargado del alojamiento rosarino destacó que hay muchas personas que tienen su domicilio en localidades vecinas a la ciudad, trabajan en el microcentro, y para evitar el costo de viajar a diario se hospedan en una habitación de la pensión.

"Hay personas en la residencia, sobre todo los que viven en alrededores y no quieren viajar todos los días", dijo Pablo y agregó: "Como siempre, tenemos al rosarino que se quiere independizar, pero no quieren afrontar un contrato de dos años de alquiler, y viene a la residencia".

Por su parte, Delia, encargada de Residencias Rosario, señaló: "El 2018 fue malo para la residencia, pero este año hay un poco más de gente porque los que tienen que renovar el alquiler y se les hace costoso, piden una habitación".

La titular del alojamiento, que generalmente recibe a estudiantes de localidades vecinas a la ciudad, advirtió que muchos ex clientes "se vuelcan a vivir cuatro o cinco a un departamento".

"Hay algunos chicos que no volvieron a estudiar porque las facultades privadas son muy caras", dijo Delia, en diálogo con Rosarioplus.com.

En tanto, Silvio, del Hospedaje Abruzzo, explicó que en su albergue no se hospedan estudiantes desde hace tiempo, pero ha recibido a varios hombres que se separan de su pareja, y ante la imposibilidad de alquilar otra propiedad, residen en una pensión.  

"Se siente un poco más de demanda por personas que se separan y vienen al hospedaje. Generalmente se quedan un tiempo", indicó el encargado y agregó: "Los que se quedan más tiempo son los que siempre vivieron en pensiones y saben de que se trata".

Entre los habituales residentes, se encuentran los que "tienen buenos trabajos pero no tienen las garantías como para alquilar algo".

"Esta semana me llamó un hombre que buscaba una habitación para la hija, que empieza a estudiar y en principio iba a alquilar un departamento entre varias chicas, pero se fueron bajaron y quedó sola. Por esto, empezó a buscar pensiones porque no podía bancar un alquiler para ella sola", comentó Silvio.

Sobre los incrementos constantes de la tarifa de las piezas, que D'Orazio consideró como expulsiva, el titular de Hospedaje Abruzzo afirmó: "En este momento nosotros cobramos 4500 pesos y las actualizamos una vez por año o cada seis meses, mientras aguantamos. En este rubro no se puede actualizar todos los meses, quizás sirva para limpiar gente pero nosotros tratamos de hacer una selección a la hora de iniciar un alquiler".

Por último, Silvio advirtió que la morosidad "subió bastante" en los últimos meses por el atraso en el cobro de los sueldos de los clientes. 

Pensiones sin regulación

"Al haber una sobre demanda en las pensiones hace que se incremente el valor de la habitación, la cual no tiene regulación y los contratos son mensuales", denunció el integrante de la Concejalía Popular y destacó que algunas residencias de la ciudad "trabajan bien" pero otras se aprovechan de la situación del inquilino.

"Hay personas que sufren el incremento constante del precio de la habitación, lo que consideramos una política de expulsión", remarcó el Coordinador del Consejo Asesor de Vivienda en la Oficina del Consumidor y explicó que en algunos casos se presiona a la persona que tiene inconvenientes para pagar el nuevo monto de la residencia porque hay otros inquilinos en lista de espera.

Según advirtió D'Orazio, las pensiones rosarinas no cuentan con una normativa municipal y muchas veces las obligaciones y valores de las pensiones cambian mes a mes. "No hay regulación, sólo se tiene un recibo de pago que habilita a la persona a permanecer durante un mes o más en determinado lugar", dijo el referente de la Concejalía Popular y agregó: "Ante los tarifazos, algunas pensiones han prorrateado los gastos entre los habitantes, para no trasladar el importe al valor de la habitación".

Los hostels, un lugar transitorio

Ante la imposibilidad de vivir en una propiedad alquilada, por falta de recurso o de requisitos, el hostel se transforma en un lugar transitorio mientras se busca una alternativa mejor para residir.

"Nosotros trabajamos con gente de otro lado, pero hay rosarinos que usan el hostel como un lugar transitorio por un par de semana", indicó Omar Ortiguela, presidente de la Cámara de Hostels de Rosario, en diálogo con Rosarioplus.com.

Según comentó el titular de Cool Raul Rock and Hostel, los alojamientos reciben a jóvenes que mientras evalúan la mejor oferta para alquilar una vivienda pasan algunos días en las habitaciones de los hostels. El plazo de permanencia, según la ordenanza municipal 9.014, de un cliente en el establecimiento no puede superar los 30 días.

En cuanto al valor del servicio, Ortiguela señaló que los precios no pueden aumentar al mismo ritmo que los tarifazos porque la "gente tiene menos plata". "Los tarifazos se sienten mucho, una colega pagó 17 mil pesos de agua, eso es mucho.  La gente tiene menos plata y no podés aumentar tanto, por eso hacemos promociones", indicó.

Sobre el inicio del 2019, Omar anticipó que la temporada empezó "más floja que otros años",  y destacó que lo factores por los cuales hay menos clientes que en otros veranos son muchos, como la situación macroeconómica o la tendencia de los lugares turísticos.