Estados Unidos superó las 5.000 muertes por coronavirus, un día después de sobrepasar los 200.000 casos y en medio de la resistencia del presidente Donald Trump a decretar una cuarentena nacional pese a que su gobierno prevé al menos 100.000 decesos por el virus.

Las muertes confirmadas en Estados Unidos sumaban ya 5.137 y los contagios eran más de 216.000, según el recuento de la universidad estadounidense Johns Hopkins. El estado de Nueva York sigue siendo el epicentro del brote nacional, con más de 84.000 casos y más de 2.200 muertes, según la universidad.

Dentro del estado, la zona más afectada es la ciudad de Nueva York, con más de 47.000 casos y más de 1.370 muertes. 

Pese al avance de la enfermedad y a que la Casa Blanca dijo que espera por lo menos 100.000 muertos en Estados Unidos por el coronavirus, el republicano Trump sigue resistiendo llamados a decretar una cuarentena nacional.

El mandatario ha dicho que la paralización de la economía con una cuarentena nacional podría ser más perjudicial que el impacto del virus en la salud pública, luego de meses de presentar la buena marcha de la economía previa al brote como el motivo por el que debería ser reelecto este año.

A contramano, 40 de los 50 estados del país, muchos de ellos con gobernadores republicanos, han ordenado o recomendado confinamientos en los hogares y teletrabajo, además de cerrar bares, restaurantes y otros comercios y de suspender clases en colegios y universidades.

Tan solo ayer, cinco Estados más -Florida, Georgia, Mississippi, Nevada y Pensilvania- se sumaron a las cuarentenas o las extendieron.

Trump dijo que quiere dar a los gobernadores "flexibilidad" para que decidan por ellos mismos si la cuarentena es o no la mejor opción, aunque admitió que estudiaba limitar el transporte aéreo y ferroviario entre las zonas del país más afectadas por la pandemia.

Según las proyecciones estadísticas presentadas por la Casa Blanca, entre 100.000 y 240.000 personas morirán de coronavirus en Estados Unidos incluso si se cumple a rajatabla con las normativas o recomendaciones de aislamiento. Si no se cumple con ellas, los muertos serán entre 1,5 y 3,4 millones de personas, según la Casa Blanca.