En la Concejalía Popular de Rosario preocupa una tendencia recientemente detectada. En el último año creció un 25 por ciento la cantidad de quejas por abusos en las exigencias de las inmobiliarias a los inquilinos que deciden rescindir sus contratos, justamente por no poder afrontar los gastos.

“Estamos percibiendo la tendencia de que los inquilinos, ajustados con las subas de los servicios y expensas, deciden rescindir antes los contratos, y en ese marco, justamente así de ajustados, las inmobiliarias exigen mucho más que las condiciones en que recibieron el inmueble, con sumas de hasta 25 mil pesos”, aseguró a Rosarioplus.com el referente de Concejalía Popular Ariel D’Orazio.

Según esta tendencia, lo complicado de sostener un alquiler provoca que muchos, al no ser morosos, opten por romper el contrato y buscar vivienda en barrios mas alejados del centro donde los precios son mas razonables. Otros, más ajustados aun, retornan a la vivienda de los padres o comparten techo con allegados.

Pero para rescindir, un inquilino debe avisar con 30 días de anticipación; debe pagar una indemnización que en el primer año corresponde al costo de un mes y medio de alquiler, y en el segundo año al de un mes; “a estos gastos que son por ley, se suman las exigencias para poner el inmueble en condiciones, pagando pintores, gasistas, plomeros y electricistas, que no se comprueba que el gasto vaya a esos fines”, se quejó D'Orazio.

Se trata de una tendencia que ha crecido en el último año, que según la Concejalía Popular es “un artilugio para que los inquilinos solventen esos gastos y a la vez quedarse con la garantía que abonaron al ingresar”.

D’Orazio consideró “preocupante la falta de clemencia del intermediario inmobiliario, en una práctica polémica, porque son desmedidas las exigencias para dar por finalizado un contrato”.