En un fallo que se suma como importante precedentete, la Justicia condenó a Federico Aranda a la pena de prisión perpetua por matar a golpes a su pareja, Nadia Benítez, en febrero de 2017 en su vivienda de calle Einstein al 5700 tras una discusión en una cena con amigos.

Se trata del segundo caso en la historia con condena perpetua por femicidio, luego del conocido el pasado 26 de septiembre para Fernando Godoy por el femicidio de Tamara Merlo en Villa Gobernador Gálvez.

El fiscal Spelta mostró su conformidad con la sentencia: “Es un femicidio y el código prevé que en esa calificación le cabe perpetua, y por eso el tribunal declaró esa sentencia el día internacional (el pasado lunes 25 de noviembre, en alegato de apertura) contra la violencia a las mujeres justamente como forma de dar el ejemplo para que estos casos no se repitan”.

En este sentido explicó que “la jurisprudencia del caso de Nadia Benítez es para que cada vez que se presenten casos de este tipo vamos a pedir y conseguir perpetua para estas personas”.

El tribunal integrado por los jueces de Primera Instancia Román Lanzón, Ismael Manfrín y Mariano Aliau tomó el pedido del fiscal Adrián Spelta del cargo de “homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género”, quien había solicitado la pena de prisión perpetua.

Spelta recordó sobre el proceso de la causa: “Pudimos acreditar que Nadia no fue víctima del femicidio como un hecho aislado, venía padeciendo toda su vida y no había exhibición de esto porque sucede entre cuatro paredes como ocurre en muchos casos, y en las reconciliaciones nunca lo denunció”.

La joven fue golpeada y tirada al piso del patio el día de su muerte, y sobre esto recordó: “En el juicio mostramos que tendría que haber hecho una acrobacia que era de imposible reproducción para una mujer de un metro 60 y de 80 kilos. Era imposible que hubiera hecho ese trayecto para caer sola y lesionarse la frente y quedar tirada de esta manera”.

Aquel 6 de febrero, la mujer de 32 años fue encontrada sin vida en el patio de su casa con golpes de puño. Su pareja aseguró entonces que había caído del piso superior. Dos días después, Aranda fue imputado por femicidio, y desde entonces se encontraba cumpliendo prisión preventiva.