El juez federal Carlos Vera Barros resolvió este miércoles elevar a juicio la causa por la desaparición forzada y muerte de Franco Casco, el joven de 20 años que apareció flotando en el río Paraná el 30 de octubre de 2014, luego de haber estado detenido en la comisaría séptima de Rosario.

De esta forma, serán juzgados 19 policías, entre los que se encuentran el comisario Daniel Álvarez, jefe de la seccional 7ª, por el delito de tormentos y desaparición forzada seguida de muerte, los siete efectivos que estuvieron en la sede policial los días de la desaparición del muchacho (acusados por la coautoría del mismo delito), y cinco uniformados que son acusados por su rol de partícipes secundarios.

También hay algunos sobreseídos en la causa, como el ex jefe de Asuntos Internos Anibal Candia y el ex jefe de Investigaciones de esa unidad, Sergio Pieroni. 

El juez decidió clausurar parcialmente la etapa instructoria en esta causa en relación a Diego José Alvarez , Cecilia Ruth Elisabeth Contino, Walter Eduardo Benitez y Fernando Sebastián Blanco como presuntos coautores de los delitos de desaparición forzada de personas agravado por la muerte de la víctima, e imposición a personas, legítima o ilegítimamente privadas de su libertad, de cualquier clase de tortura, seguida de la muerte de la víctima.

El magistrado calificó como coautores del delito de desaparición forzada de personas agravado por la muerte de la víctima a Cesar Daniel Acosta , Guillermo Hernán Gysel, Cintia Débora Greiner, Rocío Guadalupe Hernández, Marcelo Alberto Guerrero, Enrique Gianola Rocha y Esteban Daniel Silva. Mientras Elisabeth Gonzalez Belkis, Franco Luciano Zórzoli , Rodolfo Jesús Murúa, Walter Daniel Ortiz , Romina Anahí Díaz y Ramón José Juarez serán juzgados por el delito de desaparición forzada de persona agravado por la muerte de la víctima. Finalmente, en calidad de partícipes secundarios serán encartados Pablo Andrés Siscaro y Daniel Augusto Escobar por el encubrimiento del delito.

El 6 de octubre de 2014, por la tarde, Franco caminaba hacia la estación de trenes Rosario Norte para regresar a su casa en Florencio Varela. Había venido a pasar unos días en casa de familiares, en el barrio Ludueña. En el trayecto fue detenido por policías de la comisaría del barrio Luis Agote, y ya no se supo más de él sino hasta 24 días después, cuando su cuerpo apareció flotando en la orilla del río Paraná.