La tormenta tropical Florence, que se llevó cinco vidas este viernes al tocar tierra, sigue lentamente su desplazamiento por la costa sureste de Estados Unidos, dejando fuertes lluvias, catastróficas inundaciones, apagones, amenazas de "marejada ciclónica" y tornados en Las Carolinas.

El Centro Nacional de Huracanes indicó que el sistema se mueve por Carolina del Sur hacia el oeste, a 2 millas por hora (4 km/h). Con vientos máximos sostenidos de cerca de 45 millas por hora (75 km/h), con ráfagas más fuertes, la tormenta experimentará un debilitamiento gradual mientras se mueve más hacia tierra adentro durante los próximos días y es probable que se debilite a una depresión tropical este sábado por la noche, precisó la agencia federal.

A pesar de su debilitamiento, Florence sigue amenazando con inundaciones "catastróficas" y desbordamientos de ríos en Las Carolinas y también con el desarrollo de tornados en el sureste de Carolina del Norte y el noreste de Carolina del Sur hasta esta noche.

El Servicio Nacional de Meteorología además ha advertido de posibles riadas "mortales" en Las Carolinas, Virginia y Virginia Occidental en los próximos días. El NHC prevé que Florence tendrá hoy un movimiento lento hacia el oeste-suroeste, mientras que el centro del sistema se seguirá moviendo a través del extremo este de Carolina del Sur.

La agencia federal prevé un giro hacia el oeste-noroeste y noroeste el domingo y proyecta que para el lunes se dirija hacia el norte a través del Valle de Ohio. Las "catastróficas" inundaciones que está dejando Florence se espera que empeoren con el paso de las horas y con la subida cíclica de la marea, que han provocado que las zonas costeras de ciudades del litoral atlántico ya estén anegadas.

Florence tocó tierra el viernes en Wrightsville Beach (Carolina del Norte) y, pese a que su furia fue menor de lo esperado para un huracán que llegó a ser de categoría 4, el peligro radica principalmente en las inundaciones, tanto de agua dulce como salada.