Varios patrulleros y agentes armados de la Tropa de Operaciones Especiales y de la Policía de Acción Táctica coparon esta madrugada de lunes -y desde la noche del domingo- uno de los monoblocks del Fonavi de Biedma y Rouillón, en barrio Moderno, alrededor de una supuesta toma de rehenes en una vivienda señalada como un kiosco de drogas.

La escena resultó una simulación por parte de un hombre que escapaba de una persecución policial y el morador, sería un conocido suyo que se prestó al acting en procura de evitar el arresto de la fuerza de seguridad.

La situación de crisis se desencadenó pasadas las nueve de la noche del domingo. Desde el Ministerio Público de la Acusación revelaron que una mujer llamó al 911 y denunció que en ese momento un hombre amenazaba a su hijo de 15 años con un arma de fuego, al parecer con fines de robo. Agentes del Comando Radioeléctrico y de la comisaría 19ª acudieron a la zona para buscar al hombre armado y así dieron con alguien coincidente con la descripción aportada por la mujer denunciante. El señalado echó a correr y se guareció en los pasillos del monoblock N5 de Biedma al 5700.

Hubo pedido de refuerzos, y cuando la policía intentó avanzar sobre la vivienda, el perseguido advirtió que tenía un rehén en su poder. Más tarde, el portavoz de Fiscalía diría que el cautivo era un vecino que estaba revisando una refacción de albañilería y que el fugitivo le pidió que lo ayudara a eludir la persecución policial. Pero en el primer momento todo daba a suponer que se trataba de una situación de rehenes.

Hubo un par de disparos en el medio y la situación, tensa, se extendió hasta la 1.45 de la madrugada, cuando finalmente los agentes tras la negociación de rigor, lograron que el sujeto se entregara. Se llama Sebastián B., y tiene 33 años. Quedó preso a disposición del fiscal Iván Enríquez y de la Justicia Federal por su relación con los estupefacientes decomisados.  

Tampoco resultó auténtica la condición de rehén del morador del departamento. Fue demorado en sede policial pero luego recuperó la libertad hasta que se aclara su situación.

La policía detuvo a los dos hombres y los alojó en la seccional 19ª, secuestró tres bochitas de cocaína, 10.000 pesos en efectivo, y una pistola Taurus calibre 9 milímetros.