Luego de que los jueces Marcela Canavesio, Rodolfo Zvala y Juan Carlos Leiva, a cargo del juicio por la explosión de calle Salta 2141, resolvieran absolver a diez de los once imputados, condenando sólo a Carlos García, el gasista, a cuatro años de prisión, la reacción de los familiares de las víctimas no se hizo esperar. Entre llantos y enojo mostraron su decepción por una condena que no consideraron a la altura.

Claudia Vaio, madre de Santiago Laguía planteó frente a los micrófonos que aguardaban a los familiares en las afueras de la sala que "el hilo se cortó por lo más delgado", en alusión a la condena del gasista que manipuló el regulador de gas minutos antes de la explosión, de aquel 6 de agosto de 2013.

Por su parte, Aurelio, el padre de Maximiliano Fornarese manifestó que "el sentimiento que se tiene es de que no hay justicia. No importaron los 22 muertos y la seguridad de Rosario. Porque a me hijo no me lo va a devolver nadie, pero la seguridad de la ciudad ¿qué? Esto puede seguir pasando que la sensación es que no importa". 

Sonia, mamá de Débora Gianángelo aseguró que es "una vergüenza". "Como madre no me siento tan mal. ¿Cómo no entendieron el dolor de las 22 familias? Pensé que algo de lo que iba a pasar ahí adentro iba a reivindicar a la Jusaticia que tan devaluada está en esta provincia, pero no fue así", sentenció. 

Profundamente conmovido Adrián Gianágelo, el hermano de Débora, coincidió con el resto en utilizar la palabra "vergüenza". "Acá no hay justicia. El gasista es responsable, sí, pero no el único. Hay responsabilidades más importantes que no se tuvieron en cuenta y lo que se muestra es que acá caen los perejiles", expresó.

En esta misma linea aseguró que "se va a demostrar cómo el Juez Leiva operó a favor de Litoral Gas y vamos a llevar el caso a La Corte". En medio del dolor por una sentencia que parece no acorde a la magnitud del hecho siguió manifestando su apuesta al sistema Judicial: "Sigo creyendo en la justicia, me voy a recibir para hacer justicia por mi hermana. La vamos a seguir y la gente tiene que escuchar".