Cristina Vázquez, la mujer que estuvo presa durante once años por un crimen que no cometió y que fue liberada en diciembre pasado, fue encontrada sin vida en un departamento de Posadas, la capital de Misiones.

Vázquez tenía 38 años y había sido condenada por el crimen de la anciana Erselida Lelia Dávalos, de 79 años, pero la Corte Suprema ordenó su liberación a fines de 2019, ya que la justicia provincial no había respetado el debido proceso y no había fundamentos para condenarla. Por el supuesto homicidio, también había sido sentenciada Cecilia Rojas, quien estuvo tras las rejas 14 años. 

La defensa de las dos mujeres logró que el máximo tribunal aceptara un recurso de queja y que anulara la sentencia. Al salir salir de la cárcel, Vázquez afirmó que ella y Rojas fueron condenadas por "ser mujeres y por no tener recursos, por ser pobres, por no poder pagar un abogado".

El cuerpo sin vida de la mujer fue hallado por personal policial, el cual acudió a la vivienda por el pedido de la hermana de Cristina. También estuvieron presentes en el lugar el médico de turno, un miembro del gabinete Psicológico de la Comisaría de la Mujer y el cura Alberto Barros, titular de Cáritas en Posadas, con quien trabajaba Cristina después de haber sido liberada. Las primeras hipótesis apuntan a un suicidio.