A Oscar Centeno le van a ofrecer acogerse al programa del “arrepentido” y así intercambiar información a cambio de morigerar una posible pena. Es que Centeno parece tener más cosas que decir más allá de lo redactado por él en cuadernos que le secuestró la Justicia donde reflejaba los traslados de dinero provenientes de supuestas coimas, que realizaba en su condición de chofer del ex secretario de Coordinación, Roberto Baratta.

En el presunto mecanismo hay unas 36 personas involucradas entre funcionarios del kirchnerismo hasta empresarios de poder. Centeno está sospechado de ser parte una asociación ilícita destinada al pago y cobro de sobornos. Y que puntualmente era parte de la movilización de esos fondos a partir de su puesto de chofer.

Cuando su jefe bajaba a buscar el dinero de las coimas, él filmaba movimientos y los describía en cuadernos escolares que la justicia le secuestró. Pero no fue él quien entregó sino la justicia se los secuestró a partir de una declaración en su contra clave.

En 2006, el sargento retirado de Arsenales del Ejército Argentino se separó de su pareja. YYa para ese entonces era chofer de Baratta. A raíz de la separación, se instaló en un apart hotel del barrio de Parque Centenario y terminó siendo la pareja de la encargada del lugar y se fueron a vivir juntos.

11 años después, todo se daría vuelta. En noviembre de 2017, esta mujer se presentó ante el juez federal Claudio Bonadio y "solicitó se le recibiese declaración testimonial en la causa caratulada 'De Vido, Julio Miguel y otros s/defraudación contra la administración pública".

Allí contó de los cuadernos de su ex pareja, de las anotaciones y los detalles que éste llevaba en cientos de hojas, sobre el traslado de dinero de parte de funcionarios kirchneristas que su ex pareja. De los números consignados en los cuadernos se contabilizan unos 53 millones de dólares aunque podrían ser el doble según detectaron desde tribunales.