El Presidente Mauricio Macri se fue de Timbúes con el pecho inflado tras el anuncio de créditos para las pymes a tasas menores de las que hoy se consiguen en el sistema financiero. Pero también se llevó una larga lista de reclamos de los empresarios de la cadena agroindustrial de la soja.  

En la planta de Renova, Macri encabezó la primera Mesa Nacional Sojera. A su lado se sentaron sus ministros Dante Sica (Producción y Trabajo) y Guillermo Dietrich (Transporte). Enfrente se ubicaron los representantes de las distintas cámaras empresariales vinculadas a la soja, entre ellos Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y del Centro de Exportadores de Cereales (Cec).

Idígoras le planteó a Macri le necesidad de fortalecer la industralización de la soja ante el avance de una nueva primarización de las exportaciones. Es que por la política impositiva del Gobierno, muchos empresarios dejaron de darle un valor agregado a la soja para vender directamente el poroto al exterior.

La industria de molienda de soja proyecta para este año una capacidad ociosa del 46%, una cifra altísima para un 2019 en el que se espera una cosecha récord.

La baja industrialización, según la estimación de Ciara, “afecta a toda la cadena de valor de la soja, perjudicando a los más de 77 mil productores que en todo el país cultivan soja”.  

Finalizado el acto oficial, Idígoras detalló los principales reclamos del sector. El primer punto pasa por igualar la línea de tres pesos que pagan en concepto de retenciones las harinas y aceites del resto de los cultivos. Hoy los productos derivados de la soja pagan una alícuota de cuatro pesos por dólar exportado.   

“El presiente es consciente que los derechos de exportaciones son distorsivos y dañinos. Le hemos propuesto sentarnos a hablar con el ministro Dujovne porque entendemos que hay una capacidad de molienda muy alta que hoy es ociosa. La caída de la molienda es del 30%. Necesitamos protección para seguir creciendo”, pidió.   

Los datos estadísticos de diciembre y enero marcan que “muchos barcos de China vienen ahora a comprarnos porotos de soja, cuando lo que nosotros queremos es vender harinas y aceites para generar empleo nacional”, explicó Idígoras.  

Quien recogió el guante fue Luis Miguel Etchevehere, ministro de Agroindustria, quien también participó de la reunión. “Los números marcan que el 95% de la soja del año pasada fue industrializada. Vemos sí que hay un estancamiento de la producción de soja producto de la presión impositiva, de las retenciones, eso es indudable”.

No obstante, el ex presidente de la Sociedad Rural pidió un “esfuerzo más” al sector que le da valor agregado a la soja. “Las retenciones terminan el año que viene, fueron puestas por dos años. De acá a un año y pico las retenciones se terminan. Todos los cultivos van a ir cero”, concluyó.