El hombre asesinado el pasado miércoles en la zona sur donde se efectuaron 40 balazos y fueron heridas una mujer y un nene, estaba ligado a la narcobanda Los Monos y tenía un pedido de captura, informaron fuentes judiciales.

La imagen de Cristian Javier Reynoso se conoció este año durante el juicio a la organización narcocriminal, que concluyó con altas condenas a sus cabecillas, cuando los fiscales exhibieron fotos digitalizadas de cámaras de seguridad que muestran a Reynoso (37) junto al líder de Los Monos, Ariel Máximo “Guille” Cantero (29).

La imagen fue captada en el acceso al hospital de Emergencias de Rosario la madrugada del 26 de mayo de 2013, cuando los miembros de la banda llegaron para acompañar a Claudio “Pájaro” Cantero (27), otro jefe de la banda que había sido baleado y murió ese día.

Reynoso, que ayer fue asesinado de dos disparos en la zona sur de Rosario, acompañó esa madrugada a “Guille” Cantero. Además, el hombre fue ofrecido como testigo por los abogados defensores de Los Monos en el juicio oral que concluyó hace 15 días.

Reynoso debía presentarse el 1 de marzo como testigo en el juicio, cuando se ventilaba el crimen de Diego “Tarta” Demarre (32), dueño del boliche en cuyo ingreso había sido asesinado el “Pájaro” Cantero. Pero no declaró en el juicio porque la defensa desistió de su testimonio.

Por el homicidio de Demarre, cometido el lunes 27 de mayo de 2013 –un día después del asesinato del “Pájaro”-, “Guille” Cantero fue condenado a 22 años de prisión, acusado también como organizador de una asociación ilícita.

Para el Tribunal, “Guille” fue el autor material de ese asesinato, por el que también condenó a otros tres miembros de la banda en calidad de partícipes. 

Por otra parte Reynoso tenía un pedido de captura dictado por un juzgado de Sentencia el año pasado.

El pasado miércoles alrededor de las 17 al menos tres hombres lo atacaron a tiros en la cortada King, en el sur de esta ciudad, de donde escapó corriendo. Según voceros del caso, Reynoso llegó hasta Dinamarca al 500 bis, a dos cuadras del sitio en el que se inicio la persecución, donde cayó baleado.

También resultaron heridos su pareja de 37 años, que se encuentra internada, y su hijo de ocho años, quien recibió un disparo en la pierna pero está fuera de peligro, informó la Unidad Fiscal de Homicidios Dolosos.

La Policía secuestró en el recorrido del ataque 40 vainas servidas que se enviaron a peritar, pero que los investigadores creen que fueron disparados con una pistola ametralladora.