El fiscal a cargo de la unidad Covid-19 (constituida para hacer cumplir el aislamiento social obligatorio), Gustavo Ponce Asahad, es el epicentro de un escándalo de órdago que conmueve desde la semana pasada al Poder Judicial de Santa Fe. Las Tropas de Operaciones Especiales irrumpieron este viernes en el domicilio del funcionario, en bulevar Oroño 1217, 4º piso, con una orden de allanamiento expedida por los colegas del sospechado, Luis Schiappa Pietra, Gisela Paolicelli y Matías Edery. Creen que fue Ponce Asahad quien habría filtrado información sensible del Ministerio Público Fiscal a un sujeto que pertenece a una banda vinculada al juego clandestino, extorsiones y al atentado al casino City Center que resultó en el asesinato de un apostador.

Los policías demoraron a Ponce Asahad por orden de los fiscales a cargo. 

La semana pasada, el Fiscal Regional de Rosario, Patricio Serjal, había reconocido que la posible filtración de información por parte de algún integrante del Ministerio Público de Acusación a una banda criminal que se encuentra en investigación tiene "una gravedad institucional enorme".

La filtración de datos apuntada por Serjal surgió el jueves 23 de julio por la tarde en la audiencia imputativa a miembros de un grupo de extorsionadores ligados a casinos ilegales y con conexiones con la banda de Los Monos. En dicha sesión se ventiló que las cinco personas imputadas habían contado con ayuda desde el interior de una Fiscalía. Entre ellos, el ex comisario Alejandro Torrisi, detenido en Villa Gobernador Gálvez cuando salía de un casino clandestino con 150.000 pesos en efectivo cuya procedencia legítima no pudo demostrar.

"Se está investigando y no descartamos ningún tipo de hipótesis", había sentenciado el funcionario y anticipó: "Queremos llegar hasta las últimas instancias".