El Espacio de Atención de Violencia de Género que existe en la Facultad de Ciencia Política de la UNR desde 2014 había atendido el año pasado la acusación de por lo menos dos alumnas de la Facultad de Arquitectura -contigua en el predio del Centro Universitario Rosario- sobre actitudes misóginas y rayanas en el acoso sexual por parte de docentes de esa casa de Altos Estudios. En uno de los casos “por la gravedad de la denuncia”, el organismo de Ciencia Política envió un informe de situación al decano de Arquitectura, Adolfo del Río, para ponerlo al tanto de lo que ocurría en las aulas a su cargo. El docente acusado aquella vez es uno de los docentes escrachados en los carteles colocados esta semana en la facultad.

Como el Espacio es un servicio para todas las docentes, no docentes y estudiantes de la UNR -y hasta el momento sólo funciona en las facultades de Ciencia Política, Humanidades, Derecho y recientemente Psicología-, es usual que miembros de la comunidad universitaria se acerque desde otras dependencias universitarias a alguno de éstos cuatro espacios.

“Hemos recibido avisos desde Conicet, desde Ciencias Agrarias, y de Psicología también, hasta que el año pasado éstos últimos sumaron su propio espacio también”, contó a Rosarioplus.com la directora del Espacio en Ciencia Política, Noelia Figueroa, quien recordó que “desde Arquitectura fueron al menos dos casos, y uno era de tal gravedad que elevamos un informe al decano para que decidan de qué forma apercibir al docente”. Consultada por qué decisión tomaron las autoridades sobre el caso, adujo desconocer ya que “el Espacio acompaña, asesora y comunica, después es potestad de cada Facultad decidir qué hacer con el caso”. Se trata de uno de los dos que ya se encuentra en tratamiento en el Área de Asuntos Jurídicos de la Universidad.

El decano Del Río, junto con la vicedecana Ana Valderrama, emitieron este viernes un comunicado en el que expresaron su apoyo al escrache estudiantil.

Tras la campaña de #Cuéntalo lanzada por el Centro de Estudiantes de la Facultad de Arquitectura donde se puso en evidencia frases corrientes con evidente carga misógina por parte de algunos docentes, la misma casa de estudios comenzó a debatir para la aplicación de un espacio de atención propio y un protocolo de acción, pero en paralelo docentes nucleados en COAD y las directoras de los espacios ya existentes en las otras facultades solicitaron al rector de la UNR que el protocolo sea aplicado a nivel Universidad, “para que todas las facultades cuenten con los mismos recursos de denuncia y acompañamiento”, explicó Figueroa.

La politóloga y docente relató a este medio sobre los casos recibidos en el Espacio en Ciencia Política desde 2014: “Hasta ahora todas fueron mujeres estudiantes, y algunas no docentes. No recibimos hasta hoy a docentes, pero sí hubo hombres que se acercaron a atestiguar el maltrato de otros”.

De esta forma, Figueroa enfatizó en la importancia de que el Protocolo de acción para el abordaje de la violencia de género en la UNR se apruebe, ya que “estas situaciones muestran la necesidad actual de las mujeres de no callarse más, y al denunciar, de ser acompañadas por personal de su facultad”.

A eso sumó que “la perspectiva de género también servirá en Asuntos Jurídicos, ya que en muchos casos se elevaron pedidos para instruir sumarios o que se avance en sanciones, que después quedan mucho tiempo a la espera por simplemente no tener ese protocolo”. Esto significa que las alumnas sigan cursando en muchos casos con sus acosadores.

El proyecto del protocolo a nivel UNR fue diagramado por las directoras de todos los Espacios ya activos y docentes nucleados en COAD, y elevado en mayo de 2017, por lo que “es tiempo de que sea aprobado”, enfatizó.

El protocolo

Es un proyecto integral para el abordaje de las violencias machistas que se reproducen entre las personas pertenecientes a las facultades, colegios, oficinas y dependencias de la Universidad. Apunta a combatir las diferentes formas de violencia, acoso sexual, abuso sexual, discriminación basadas en el sexo, género y orientación sexual de lxs docentes, estudiantes, no docentes y trabajadorxs de la institución.

Es un protocolo ya que establece pasos claros, criterios generales, tiempos de actuación y una normativa específica para seguir en los casos de denuncias por alguna situación de violencia machista que se dé entre personas pertenecientes a la UNR. Implica una actualización del marco jurídico de la UNR para que incluya los requerimientos de la Ley Nacional 26.485 y las Convenciones Internacionales que defienden los DDHH de las mujeres y de la diversidad sexual.

Contempla los principios de A) Asesoramiento gratuito  B) Respeto y privacidad. C) No revictimización. D) Diligencia y celeridad.. E) Abordaje integral e interdisciplinario.