El caso por la desaparición de Cristian Enrique, el joven que fue secuestrado a plena luz del día el 23 de octubre, sumó un capítulo clave que podría confirmar su muerte. Es que este viernes cerca de la medianoche su madre recibió un llamado anónimo que le indicó presuntas coordenadas sobre el paradero del joven, y horas después la policía encontró un cadáver en estado avanzado de descomposición en un zanjón ubicado a la vera de la ruta provincial 14, cerca de Soldini.

Si bien el cuerpo no pudo ser identificado a primera vista por sus familiares, desde el seno de la investigación trascendió que los familiares de Enrique habrían reconocido entre los restos un par de tatuajes propios del joven, por lo que la certeza del reconocimiento se hizo casi definitiva. No obstante, se aguarda el resultado del peritaje de ADN.

El pasado martes 23 de octubre un grupo de hombres vestidos como policías descendió de un auto, detuvo a Enrique, y se lo llevó. Ocurrió en una transitada esquina de Cabín 9, en Pérez, y delante de testigos. Desde entonces, nada se supo de este joven de 22 años.

Incluso el Ministerio de Justicia provincial dispuso este jueves un millón de pesos como recompensa para quien aporte datos decisivos sobre el paradero. Apenas un día y medio después el llamado llegó pero al celular de la madre del joven, a quien le dijeron de manera anónima que por la zona de Soldini estaba el cuerpo de su hijo. 

El operativo policial de rastrillaje en la ruta 14 entre los kilómetros 6 y 7 se activó cerca de la medianoche y recién cerca de las 3 de la madrugada efectivos hallaron un cadáver en un zanjón a la vera de la ruta. El cuerpo fue derivado al Instituto Médico Legal para establecer la causa de muerte e identificarlo.