Con el comienzo del mes de abril, el panorama para el campo cambió radicalmente a partir de la llegada de la tan esperada lluvia, que faltó durante prácticamente todo el verano. En rigor, el agua llegó dos meses tarde desde la perspectiva de los sojeros y su cosecha gruesa. Con registros en milímetros que hacía cuatro meses no se veían en la región, desde la Bolsa de Comercio de Rosario se animaron a hablar, por fin, del “fin de la seca”.  

Según anticipó el doctor en Ciencias Atmosféricas José Luis Aiello, durante este fin de semana “podrían registrarse tormentas muy importantes que dejen registros de 60 a 70 milímetros”. Contrariamente a lo pronosticado hace un par de semanas, se espera ahora que en abril se normalice el régimen pluviométrico en Argentina. 

La noticia, de confirmarse, caerá como anillo al dedo para la campaña de trigo 18/19, que depende directamente de que se recompongan las reservas de los suelos. “Todo depende de la cantidad de agua que logremos juntar en el perfil del suelo en el momento de la siembra”, coinciden los técnicos de la región central. 

En milímetros

El último informe publicado por la BCR indicó que en la región núcleo hacen falta más de 140 milímetros en los próximos quince días. Las lluvias tendrían que superar ese umbral a fin de recuperar las condiciones hídricas ideales en los perfiles de los suelos.

Sin embargo, se calcula que en otras zonas se necesita aún más, como por ejemplo sobre el este de la provincia de Córdoba. Allí, harán falta unos 160 milímetros.

En la localidad de Marcos Juárez los ingenieros aseguran que, “para repetir la superficie sembrada de la campaña pasada, tendrían que recibir 180 milímetros”. En esa zona, ya comenzó el “descuento” ya que durante el fin de semana pasado recibieron entre 30 y 40 mm.