Siempre parece haber motivos para peleas entre el Socialismo y el Pro en Rosario. Ahora, el Concejo es escenario de una nueva disputa entre el oficialismo municipal y los legisladores de Cambiemos: la postergada designación por concurso de los jueces del Tribunal Municipal de Faltas. En el Palacio Vasallo se están discutiendo tres proyectos que reavivan una disputa instalada desde octubre del 2014.

Es que ese mes, hace casi tres años y medio, el Concejo aprobó un proyecto del ahora ex edil Diego Giuliano que determinaba que los jueces de faltas debían ser nombrados de ahí en más tras un concurso. Sería el Concejo el que propondría una terna para que el Ejecutivo los designe. 

Sin embargo, la intendenta Mónica Fein decidió vetar la ordenanza, a la que catalogó de “inconstitucional”. El Concejo, rápidamente, rechazó el veto de la jefa del Ejecutivo y la disputa se volvió judicial, pero la Justicia provincial rechazó el planteo de inconstitucionalidad que planteó el municipio. La ordenanza quedó vigente, pero sin implementación.

Cuando en septiembre de 2016 el Concejo declaró la emergencia en seguridad, uno de los tantos ítems que se determinaron en la medida excepcional fue la designación, por única vez, de ocho nuevos jueces de falta, que deberían ser seleccionados de la planta de empleados municipales y cuyo mandato tendría vigencia sólo por un año, desde el primero de febrero de 2017 al 31 de enero de 2018.

Pero “el 10 de febrero de este año descubrí que estos ocho jueces seguían cumpliendo funciones, sin que el Ejecutivo pidiera al Concejo una prórroga”, advirtió el concejal Carlos Cardozo (Cambiemos), en diálogo con Rosarioplus.com. A partir de la denuncia del edil, los ocho jueces fueron cesanteados, y el oficialismo envió al Concejo un pedido de prórroga por un año de sus mandatos.

Pero la irregularidad y el posterior pedido reavivaron la polémica por la ordenanza postergada. Así, dos proyectos de concejales de Cambiemos cuestionan al Ejecutivo por la demora en la puesta en marcha de los concursos para designar jueces: por un lado, Cardozo reclama el cumplimiento de la ordenanza y, por otro, Roy López Molina plantea el no nombramiento de jueces de faltas hasta que se reglamente la normativa sobre el ingreso por concurso.

El Tribunal Municipal de Faltas tiene una planta de 28 jueces. Aunque hoy por hoy, sólo hay veinte. “Pero entre licencias por enfermedad o vacaciones, siempre son menos los que están en funciones”, indicó Cardozo, quien consideró “insuficiente” la cantidad teniendo en cuenta el movimiento de una ciudad como Rosario. “Hay juzgados que están muy atrasados”, agregó.

Uno de los puntos conflictivos de la ordenanza es que plantea realizar concursos abiertos, es decir que podrían postularse candidatos que no formen parte de la planta de empleados municipales. Desde el oficialismo, el edil Horacio Ghirardi cuestionó “algunas contradicciones con el escalafón municipal, dado que los jueces son empleados”, pero estimó que ello podría subsanarse con la reglamentación. En ese sentido, Cardozo aseguró que “se está charlando” posibles modificaciones, “pero todo depende de la voluntad del Ejecutivo”.