El papa Francisco aseguró en un duro discurso que "la Iglesia nunca más encubrirá o subestimará" los casos de abusos sexuales a menores por parte del clero y que "no se cansará de llevar a los abusadores a la Justicia".

En este discurso ante la Curia para la tradicional felicitación de las fiestas navideñas, en el que el papa suele hacer un repaso del año, reconoció que "en un mundo turbulento, la barca de la Iglesia ha vivido y vive momentos de dificultad y está embestida por tormentas y huracanes".

Esta vez habló con dureza de los crímenes de los abusos por parte del clero, que describió como los que "a menudo, detrás de su gran amabilidad, su labor impecable y su rostro angelical, ocultan descaradamente a un lobo atroz listo para devorar a las almas inocentes".

Ante ello, el papa prometió que "la Iglesia no se cansará de hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales crímenes".

Francisco, que anunció desde el inicio de su pontificado tolerancia cero contra los abusos de menores por parte del clero, pero que también fue criticado por no haber tomado acciones concretas, añadió que "la Iglesia nunca intentará encubrir o subestimar ningún caso".

Y lanzó un mensaje directo todos los que abusan de menores: "Conviértanse y entreguense a la justicia humana, y prepárense para la justicia divina".

Ante la máxima jerarquía de la Iglesia católica, reconoció que en el pasado, "por ligereza, por incredulidad, por falta de preparación, por inexperiencia o por superficialidad espiritual y humana, han tratado muchos casos sin la debida seriedad y rapidez". "Nunca debe volver a suceder. Esta es la elección y la decisión de toda la Iglesia", aseguró.

Francisco denunció que "hombres consagrados, que abusan de los débiles, valiéndose de su poder moral y de la persuasión" cometen estas "abominaciones" y "siguen ejerciendo su ministerio como si nada hubiera sucedido; no temen a Dios ni a su juicio, solo temen ser descubiertos y desenmascarados".
 

(EFE)