“En este momento complejo hay que ser lo más creativo posible”, dice el presidente comunal de General Lagos, Esteban Ferri para referirse a la reestructuración de las cuentas municipales tras la quita del Fondo Sojero, una fuente de recursos más que importante para las pequeñas localidades.

Lo cierto es que las comunas y municipios pequeños deberán ser ingeniosos y no dejarse ganar por la resignación luego de la quita de los recursos que afectarán directamente a la obra pública.

“Nos pega fuerte a las comunas más pequeñas, donde este era uno de los pocos fondos que se destinaban a obra pública, es decir, al desarrollo. Claramente muchos van a tener que dejar de hacer obras relacionadas a los espacios públicos, y desarrollo de los barrios”, advierte en Sí 98.9 el jefe de la comuna de cinco mil habitantes que por año recibía unos 900 mil pesos provenientes del Fondo Sojero.

Esos trabajos de desagües, cloacas, pavimento, veredas, traccionan mano de obra. Desde el justicialismo advierten que sin ellas se van a eliminar 12 mil puestos de trabajo en toda la provincia.  

“Desde el justicialismo exigimos a los diputados nacionales poder avanzar con una estrategia para que se derogue el decreto. Es el paso más concreto y rápido. Y también el gobierno provincial pueda acompañar este momento difícil con alternativas de financiamiento”, sostuvo Ferri.

El presidente del Partido Justicialista de Santa Fe, Ricardo Olivera, también trazó una diferencia entre las grandes ciudades a las que un recorte “significa resignar algunas obras”, y las comunas de menos de 1000 habitantes para quienes el “Fondo Sojero era todo su presupuesto de obra pública”. “Con eso resolvían la obra pública de todo el año: mejorar un camino, asfalto, calles”, explicó, conocedor de las exiguas cuentas de las comunas más chicas.