El Concejo municipal de Rosario vuelve este lunes a la actividad previo a las sesiones extraordinarias en una semana atravesada por el cierre de listas del pasado viernes y, por supuesto, por la campaña electoral que promete ruido. Es que el próximo intendente de Rosario saldrá del Palacio de los Leones, por lo que se espera una mitad de año caliente en materia de debates.

Este comienzo de semanas servirá para acomodar la agenda y desempolvar las comisiones de cara a la primera sesión extraordinaria del jueves 28 de febrero. El borrador para el año incluye tres temas de peso que no se terminaron de debatir en el 2018.

Por un lado, la esperada ordenanza de nocturnidad que durante el verano no dejó de levantar polémica por la falta de regulación puntualmente en Pichincha. Con prioridad ni bien arrancó el año legislativo 2018, nunca se unificaron los temas y terminó naufragando en la última sesión.

El nuevo marco regulatorio engloba una gran cantidad de interesados, desde comerciantes, clientes hasta vecinos, lo que genera un extenso articulado. En tanto, se debe resolver el capítulo rubros y habilitaciones, y el más complejo punto de infraestructura.

Otro tema que hizo ruido y se espera una definición es el megaproyecto inmobiliario que supone la construcción de tres torres, paseo comercial y cocheras subterráneas en el microcentro rosarino a manos de Lattuca Inversiones.

Los ediles de la comisión de Ecología decidieron requerirle al Ejecutivo Municipal un estudio de impacto ambiental antes de aprobar la propuesta y girarla para su tratamiento en el recinto deliberante. Dicho proyecto supone un gran cambio urbanístico en el microcentro, por lo que sumó adhesiones y rechazo por igual.

En tanto, el último que deberá tratar el Concejo es la tarifa de taxis. Todo dependerá del estudio de costos que arroje el Ente de la Movilidad, aunque como es habitual los taxistas piden que no se traslade todo a la tarifa para no perder pasajeros. AL menos un 35% desdoblado es lo que piensan solicitar.