El presidente brasileño Michel Temer, asediado por fuertes protestas de grupos ecologistas, decidió dar marcha atrás con un polémico decreto que habilitaba una enorme reserva natural de la Amazonía a la explotación minera.

El gobierno publicó en el diario oficial un decreto en el que revocó la extinción de la llamada Reserva Nacional del Cobre y Asociados (Renca), que abarca un inmensa área de unos 4 millones de hectáreas (47.000 kilómetros cuadrados) entre los estados de Pará y Amapá en el norte del país, una extensión un poco superior a Dinamarca.

La eliminación de la Renca había sido anunciada a finales de agosto y generó entonces una masiva reacción pública adversa. Varios sectores sociales y personalidades brasileñas, entre otros la modelo Gisele Bündchen, lanzaron campañas nacionales bajo el lema "Todos por la Amazonía".

Temer, el mandatario con más baja aprobación ciudadana de Latinoamérica con menos del 5%, dio marcha atrás "gracias a la amplia movilización de artistas, ambientalistas y de toda la sociedad", celebró la ex ministra de Medio Ambiente y líder política de izquierdas Marina Silva en su cuenta de Twitter.

El anterior decreto eliminaba la Renca, creada en 1984 todavía durante la dictadura militar (1964-1985), para abrir los territorios a la explotación minera privada. Se estima que la región tiene yacimientos de cobre y oro, entre otros metales, refirió la agencia de noticias DPA.

La iniciativa forma parte de las medidas que impulsa el actual gobierno conservador desde que asumió el poder en 2016 para intentar reanimar la economía brasileña. Temer es criticado desde hace tiempo por una política hostil hacia el medio ambiente, que pretende abrir áreas protegidas y reservas indígenas a la minería, la agricultura y la ganadería a gran escala.