Será una jornada clave en el Concejo Municipal. La comisión de Servicios Públicos tiene en sus manos dos temas calientes como son los posibles aumentos en las tarifas de taxis y colectivos. Este lunes, en la reunión que se iniciará a las 9 de la mañana, intentarán avanzar para que el jueves, en el recinto, los ediles voten los incrementos. Todo en un marco de presiones y la amenaza de paros por parte de los “tacheros”.

El pedido de aumento solicitado por los taxistas es del 30 por ciento y, desilusionados por no haberse tratado el jueves pasado, los gremios advirtieron que si este lunes no hay despacho de comisión inmediatamente se activará una medida de fuerza que incluirá marchas y piquetes.

“Se terminó la paciencia”, advirtieron, apurados por obtener un aumento ante una tarifa que, entienden, quedó muy atrasada en el contexto nacional de ajuste e inflación.

Puertas adentro, en el Palacio Vasallo, la discusión está reñida. Para que salga el aumento se requieren 21 adhesiones y apenas el oficialismo junta a un puñado de concejales. El edil del PRO, Alejandro Rosello, dejó en claro que “en la discusión de las tarifas de taxis se debe discutir también el servicio y la seguridad”. En tanto, el radical Sebastián Chale pidió pensar en una estructura en la que “se deben definir plazos y cronogramas certeros” sobre futuras subas.

La discusión en torno al precio del boleto de colectivo no es más sencilla. Mientras la Municipalidad discute con la Nación para impedir que se congelen los subsidios al transporte público, los concejales buscan acordar un número para después votar. Y lo más probable es que el pasaje suba de 6,30 a 8,50.

Aquí tampoco faltan las presiones. Días atrás, el secretario general de la UTA, Manuel Cornejo, exigió que el aumento salga lo más pronto posible y adelantó que en la paritaria pedirá el mismo porcentaje de incremento acordado a nivel nacional, esto es un 29 por ciento, pero sin escalonamientos.

Comienza un día clave en la comisión de Servicios Públicos y aunque la discusión entre concejales puede ser álgida, los rosarinos, resignados, saben que tendrán que prepararse para pronto empezar a pagar un poco más por sus viajes en taxi y colectivo.