Tras las elecciones Paso, el gobierno del Frente Progresista -debilitado por el resultado del comicio- no planea cambiar de estrategia respecto de la negociación de la deuda histórica de coparticipación que Nación le debe a la Provincia. Desde la mesa chica saben que la pelota la tiene Nación, por eso esperan una señal concreta del gobierno en el Presupuesto 2018. Entretanto, pierde fuerza una nueva judicialización.  

Con la presentación de un plan de pagos formal presentado por el gobernador Miguel Lifschitz para cobrar los 50.000 millones de pesos que totalizan la acreencia, un tercio en efectivo (24 cuotas en 2018 y 2019) y el resto en títulos públicos a 40 años, el gobierno se da por hecho, al menos por el momento, en cuanto a su proceder. “No podemos permitir que nadie nos juzgue por inacción”, argumentó a Rosarioplus.com, el ministro de Economía, Gonzalo Saglione.

Por el momento en Santa Fe no han tenido respuesta alguna desde Buenos Aires respecto de la propuesta. Por lo tanto, la próxima chance que se presenta para avanzar es en el Congreso de la Nación en octubre, cuando el gobierno de Mauricio Macri presente los números para administrar el país en 2018. Desde la Provincia se ilusionan con que se incluya la partida destinada a saldar parte de la deuda.

Propuesta y Congreso

Para esto creen conveniente pedir una reunión previa donde intercambiar impresiones del plan propuesto por Lifschitz. “Sería bueno que lleguemos a la fecha (del Presupuesto) con una conversación que nos permita verificar si les convence, pero si no sucede tal cosa, esperaremos si lo incorporan aún sin avisarnos nada”, se resignó Saglione.

“Si no incorpora en el Presupuesto ninguna respuesta a la deuda, tenemos tres senadores y 19 diputados como Provincia a los cuales les preguntaremos qué opinan al respecto”, expresó el ministro como forma de recordar la responsabilidad de los legisladores a la hora de negociar los puntos del Presupuesto.

Los meses transcurridos sin novedades no fueron aceptados por el gobierno provincial, incluso el gobernador presionó con volver a la Justicia si era necesario. Aunque desde el oficialismo mantuvieron su postura impasible. “Claramente, no estamos satisfechos con el tiempo. Hasta el momento, más que declaraciones de buena voluntad no hubo nada concreto. No pensamos judicializar por ahora, pero cuando no queda otra vía es lo que corresponde hacer”, dijo.