Luego de que se detectara la presencia de contaminantes por encima de los límites de tolerancia en verduras que se comercializan en Rosario en los Mercados de Concentración de Fisherton y Mercado de Productores de Rosario, la Justicia puso en caja al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

El Juzgado Federal Nº 2 de Rosario hizo lugar a una acción de amparo ambiental y ordenó al organismo que realice al menos seis inspecciones y veinticuatro monitoreos anuales en las frutas, verduras y hortalizas que realizan tráfico federal y que se comercializan en la ciudad de Rosario en los Mercados de Concentración de Fisherton y Mercado de Productores de Rosario.

La resolución judicial se debe a que un análisis de residuos de plaguicidas sobre muestras de frutas y verduras tomadas de los mercados mencionados detectaron presencia de contaminantes por encima de los límites de tolerancia admitidos en pepinos, berenjenas, zanahorias, apio fresco, lechuga, manzanas, rúcula, y espinaca.

Además, la titular del juzgado competente, Sylvia Aramberri, observó que las inspecciones del Senasa carecían de representatividad por su periodicidad y la gran cantidad de productores que operan en el mercado. A modo de ejemplo, se reparó que en el año 2016 el organismo sanitario realizó inspecciones solamente en dos meses del año y sobre seis muestras de vegetales. Un control exiguo para el universo a fiscalizar.

La jueza concluyó que "resulta reprochable la conducta omisiva del Senasa, consistente en no dar un completo cumplimiento a su deber de control y fiscalización para evitar la producción y comercialización de vegetales contaminados por plaguicidas y evitar el riesgo a la salud del consumidor".