La investigación por el crimen de María Isabel Ruglio, la docente asesinada, descuartizada y arrojada el mes pasado al arroyo Saladillo, sumó una prueba clave: las herramientas empleadas para desmembrar el cuerpo.

Este miércoles por la noche, personal de la Agencia de Investigación Criminal (ex PDI) realizó un allanamiento en un departamento en barrio De la Carne, en Copahue al 6200, perteneciente a uno de los acusados por crimen de María Isabel Ruglio. El vocero de Fiscalía que informó lo identificó con las iniciales M.A.F.

Los agentes encontraron en la vivienda una cuchilla de 30 centímetros y un hacha que, al ser sometidos a la prueba de Luminol, confirmó que tenían rastros de sangre. Esto aumentó la sospecha del fiscal de Homicidios Adrián Spelta de que esas armas fueron empleadas para terminar con la vida de Ruglio y descuartizar su cuerpo. 

Además, se realizó un relevamiento con luz azul en todo el inmueble, y ese examen arrojó resultado positivo en la zona del baño. Todavía no se pudo determinar si la mujer fue agredida en dicho espacio o si intentó lavar las armas homicidas en la habitación.

El operativo de este miércoles por la noche fue ordenado por el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, a cargo de la investigación del crimen.

Por el asesinato de María Isabel, M.A.F de 53 años y su pareja, J.R.C de 56 años y nacionalidad española. La pareja fue detenida con prisión preventiva por homicidio calificado por codicia (el motivo del crimen habría sido la apropiación de la vivienda de la mujer).

El cadáver fue seccionado en siete partes con una cuchilla y un hacha. Sus asesinos pusieron los restos en bolsas de residuos que luego arrojaron al arroyo Saladillo, a la altura del Parque Regional Sur. Según contó el fiscal a partir de datos recabados en la autopsia, los cortes habrían ocurrido post mortem.