“Estaban armados, nos intimidaron con armas de fuego”, narró Yamile  Baclini, integrante de la comisión directiva del Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario, luego de los episodios de violencia vividos en la sede de calle Entre Ríos al 1200.

La dirigente del gremio municipal detalló que algunas mujeres "recibieron palazos en la espalda", y que las heridas se completaron con "quemaduras en las piernas por las bombas de estruendo y trompadas" para todo el que estaba presente. “Muchos compañeros tenían esquirlas de vidrios”, aseguró Baclini al referirse a las heridas que provocó la pirotecnia que detonó en uno de los pasillos del sindicato.

El martes al mediodía, un nutrido grupo de trabajadores municipales que se oponen a la conducción actual del gremio, a cargo de Antonio Ratner, se apostaron en la puerta de la sede con el objetivo de impedir la normal realización de la asamblea que serviría para convocar a una nueva junta electoral.

“Queríamos una asamblea pacifica para constituir la junta electoral y llevar adelante el proceso eleccionario. Y personas identificadas con remeras rojas que en vez de postularse, obstaculizaron el ingreso, quisieron tomar el sindicato, hirieron a mujeres y hombres, indistintamente”, denunció Baclini a Rosarioplus.com. Las personas de remera roja, como los definió la dirigente, respondían a David “Colo” Sánchez, un opositor de la actual conducción. 

Lo que denuncian desde el oficialismo es que había gran cantidad de personas que no eran empleados municipales. “Había barras, la policía los identificó”, afirmó Jorge Martínez, abogado e integrante del sindicato.

El dirigente explicó que se le dieron todas las garantías de la junta electoral para poder ingresar como empleado municipal pero con la condición de presentar el recibo de sueldo que acreditara su afiliación.

“Democráticamente no tienen posibilidad”, dijo Martínez, y que por eso buscaron suspender la asamblea. Para Baclini posiblemente hayan querido tomar el sindicato. Por su parte, el secretario general, Antonio Ratner, desplazó la idea de que se trata de un conflicto gremial propiamente dicho de dos facciones. "Es un hecho delictivo, no es interna sindical", definió.