El diputado provincial Carlos Del Frade quiere dar el salto y, a tan solo dos años de acceder a la Legislatura Provincial, busca una banca en la Cámara Baja del Congreso de la Nación. Con la expectativa de ensanchar el caudal electoral de su Frente Social y Popular, analiza junto a Rosarioplus.com la coyuntura provincial y nacional: el desempleo, el descreimiento a la clase política y las posibilidades de acceder a una banca en el Congreso.

-¿Cuáles son las expectativas de cara a las Paso?
-Nosotros queremos hacer una muy buena elección, y a veces nos ilusionamos leyendo de la realidad lo que queremos leer y creemos que hay un espacio para seguir construyendo desde la cuarta fuerza que nos constituímos en 2015 con 92 mil votos. Aspiramos a por lo menos llegar a las 150 mil personas que nos voten en octubre. Ahora, en las Paso a veces tenés la ilusión de que va a ir a votar mucha gente y después te desilusionás por el discurso antipolítico que hay. Ojalá que lleguemos a los 75 mil votos en las Paso, para pasar tranquilos y tener una buena base para aspirar en octubre de pasar los 92 mil votos que nos depositaron en 2015 en la Legislatura provincial. 

.¿Mirás encuestas?
-Soy de ver encuestas, cuando me las traen miro cualquiera. El interés periodístico y el político se cruzan. Estamos ahí en ese paquete de seis que generalmente se destacan en la provincia, y eso nos da por un lado alegría y por otro la expectativa de ver hasta dónde eso se va a cumplir, porque muchas veces hemos visto encuestas donde nos daba muy bien y después no se da. Lo mejor es que ninguna es nuestra, son encuestas en que le rasguñamos a otras fuerzas.

-¿Por dónde crees que pasará la decisión de la gente al votar?
-Cada uno lo ve de acuerdo a lo que hace, a mí me gustaría que la gente tenga en cuenta el laburo y el conocimiento que cada uno de los candidatos a diputado tengan de la provincia. No sé si eso sea lo que después haga que la balanza se incline para un lado o para el otro, ese es el temor que tenemos. Si fuera por el laburo y el reconocimiento, estaríamos tranquilos, pero tengo la idea de que se juegan otras cosas a la hora de votar.

-¿Qué cosas?
-Algunas cuestiones muy personales, desde el gusto de una cara de una buena publicidad hasta el discurso anti político que puede despertar un rebote emocional en el votante que vaya para cualquier lado. Hay un montón de cuestiones que no están dentro de lo que se puede llegar a medir desde un punto de vista racional e ideologizado como uno tiene de la realidad. Porque yo tendría que decirte lo que veo en la provincia, que es gente desesperada por conseguir un trabajo como era en la década del ‘90. Estamos viendo eso especialmente, rasguñar un mango de donde sea. Con lo cual, evidentemente si fuera así lo económico cotidiano sería lo principal. Pero después te encontrás con mucha gente que ante esta estúpida polarización que plantea Buenos Aires, que como este es un país unitario es una cuestión nacional, empieza a pensar cómo se va a posicionar en esa polarización que no existe en Santa Fe. 
Esas cuestiones también pesan mucho, el discurso anti político cala muy hondo, la idea de que te pongan siempre en la bolsa de ladrones, corruptos, vagos te da mucha bronca, así que vaya uno a saber si eso no opera para que tengamos no solamente una gran dispersión por la cantidad de listas que se han presentado, sino también porque mucha gente no vaya a votar. Puede haber, espero que no, un panorama muy parecido al que hubo en (las elecciones de) 2001, con muy poca cantidad de gente votante o mucho voto en blanco.

-¿Sentís que hay un descreimiento hacia la política como en 2001?
-Sí, porque hay mucha gente que votó al macrismo y hoy se siente desilusionada, pero que no votaría al kirchnerismo dentro de esa oposición, y cuando vaya al cuarto oscuro en la provincia se va a encontrar con una realidad distinta de la que le plantean los medios todos los días. Si no se interesa y no hay una búsqueda del votante sobre lo que va a votar, es bravo. Yo siempre soy de la idea de no subestimar al votante pero también la gente lo que hace es trabajar 12 horas, llegar a su casa, prender el televisor y ver los medios de Buenos Aires. Y eso condiciona muchísimo el punto de vista del votante, porque si no hay un deseo de informarse por sí mismo, la información que te llega es la que te hacen llegar los grandes medios de comunicación y los partidos políticos con grandes billeteras que copan esos medios, y ahí estamos en problemas.

Qué puede aportarle Del Frade a la Cámara de Diputados?
-Lo mismo que en la provincia: decir lo que ya no dicen los grandes partidos políticos, trabajar mucho. Nosotros en un año y medio ya llevamos 374 proyectos presentados, mucho más de lo que tienen diputados que han cumplido dos mandatos. Y plantear aquello que no se dice, como la resolución de la Anmat por la cual hoy hay 17 laboratorios internacionales en capacidad de experimentar con chicas y chiquitos argentinos de cero a tres años como si fueran ratas de laboratorio; expresar la necesidad de una reforma del Código Penal para meter presos a los empresarios que te despidan más de 20 trabajadores sin razones económicas; el gran sueño de repoblar la Argentina, que sea una especie de ideal colectivo nuevo para el país del siglo XXI. Alberdi decía que gobernar es poblar y hoy yo digo que la Argentina necesita repoblar la Argentina para salir del espacio de las megaciudades que generalmente generan mafias que le terminan generando un malestar tremendo a la gente. 

-¿Por qué ahora la candidatura a diputado nacional y no esperar a completar el mandato en la Legislatura?
-Nosotros necesitamos discutir octubre desde la perspectiva de lo que está pasando en la Nación y en la Provincia y necesitamos hacerlo con la gente con que hemos llegado a este privilegiado lugar de ser diputado provincial. Me parece que el Frente Social y Popular puede estar, que no la traicionamos a la gente porque seguimos laburando por Santa Fe desde el Congreso y porque realmente todo lo que hemos laburado ahora es también algo para decirle a la gente que hemos trabajado y lo vamos a seguir haciendo. Es una especie de prueba de amor con la gente de Santa Fe, de decirles “miren hicimos esto y vamos a hacer mucho más”.