La joven Georgina Medina vivió casi un mes de pesadilla desde que el padre de su hijo se lo llevara por decisión inconsulta, y le realizara a ella una denuncia de violencia familiar con perimetral incluida. Debió atravesar una instancia judicial para demostrar que es "buena madre"

Desde el 17 de julio pasado Georgina no supo cómo ni dónde se encontraba su hijo, y no le quedó otra que esperar los turnos procesales en el marco de la pandemia. Finalmente este lunes el Juzgado de Familia le informó a la joven que fue liberada de culpa y cargo, y recuperó a su bebé.

Georgina había sido víctima de violencia de género durante el tiempo que estuvo en pareja, y durante su embarazo decidió la separación definitiva. El acuerdo desde entonces era que él realizaría visitas diarias al bebé, a veces con paseos incluidos. Pero un día no volvieron. Y cuando la joven se acercó a la comisaría 26 a realizar una denuncia de paradero se encontró con lo inimaginado: él la había denunciado a ella por supuesta violencia familiar con el niño.

En diálogo con Rosarioplus.com, este martes la mujer relató sobre el esperado reencuentro: “Fui a retirar al bebé a la comisaria, donde nos reencontramos, y nos trajeron en un patrullero hasta mi casa. Llegamos y se rencontró con la hermana. Ella lo abrazaba y se pusieron re contentos los dos".

"El recorrió toda la casa como si no recordara, tocaba todo para reconocer, y estaba muy contento. Estuvimos jugando los tres hasta la noche”, contó.